En Sevilla ya tenemos culebrón del verano. Y el reparto no puede ser más interesante. Un alcalde en funciones, Fran Fernández, una antigua residencia de ancianos regida por una congregación religiosa que abandona el edificio por su lamentable estado y que es demolida con carácter de urgencia por el Ayuntamiento, pero justo el día en que el fotogénico líder de la oposición, Juan Ignacio Zoido, acudía al lugar a hacerse la foto de rigor ante el edificio. Pasen y vean.
¿Casualidad, mala leche por parte del edil de movilidad, deseoso de estropearle una fotografía al opositor, una inocentada en plena ola de calor? Se desvelará a lo largo de las interminables y soporíferas sobremesas de lo que queda de verano.
Por el camino, una veintena de ancianos desperdigados por la ciudad y algunos que han tenido que volver con sus familias por no disponer la congregación religiosa de más lugares para acogerlos. Las comedias siempre ocultan un filo que roza la tragedia.