A menudo las bloggers de belleza tenemos que tirar de los más avanzados métodos de investigación y estadística para poder valorar de manera objetiva y rigurosa los cosméticos que presentamos a nuestras lectoras. Así, hay quien se crea una tabla de valores matemática, quien prefiere la valoración literaria a base de adjetivos o quien se trabaja el tema como si de una tesis doctoral se tratara, con información de prensa, investigación de mercado y un grupo de sujetos de estudio constituido por adorables madres y mejores amigas.
Sin embargo, a veces, la realidad de la calidad de un producto cosmético va mucho más allá de todo esto y, a la vez, es muy sencilla de medir. Si echando la vista atrás nos damos cuenta de que un determinado producto aparece en todos nuestros looks, si cada vez que se nos acaba pensamos "¿ya?" y corremos a reponerlo inmediatamente, si cada vez que una amiga nos pide una recomendación damos su nombre: he aquí un producto a tener en cuenta.
Así, he llegado a la conclusión de que, a menudo en el blog os hablo de mis recientes adquisiciones y de mis primeras impresiones, intentando llenar un poco este vacío informacional con la parte de productos acabados. Sin embargo, tal y como tengo configurado el sitio, me da la sensación de que hay un sector importante de la población de mi armario de maquillaje que siempre se queda en el tintero.
Cierto es que muchos de estos productos pueden no tener glamour, ni cajas nuevas que incluyen muestras gratuitas. Es más puede que incluso en determinadas ocasiones veáis por aquí auténticos monstruos de Frankenstein traídos a la vida a base de mimo, cuidado y celo transparente. No obstante creo que estos cosméticos con solera, avalados por el paso del tiempo, las horas de uso y las noches de "no sé que ponerme" son dignos de la más alta de mis consideraciones y a fin de otorgarles el reconocimiento que se merecen nace hoy un nuevo espacio en el blog: CULT CLASSICS
Dicho esto, me gustaría dar el pistoletazo de salida a esta nueva sección con el lápiz iluminador High Brow de Benefit, que lleva conmigo más de dos años y que, aunque a menudo se me olvide mencionarlo, aparece en casi todos los looks que he publicado hasta la fecha (y en la absoluta totalidad de los no publicados).
Como veis, se trata de un producto muy específico pues su función es única y muy restringida: sirve para iluminar el arco de la ceja. Así, mi manera preferida para aplicarlo es al terminar el look, bajo la ceja y difuminado con las yemas de los dedos. Se puede también difuminar con pincel, pero yo lo prefiero de la otra forma porque me parece que el producto, a caballo entre la crema y el polvo, se funde a la perfección.
Si no me equivoco, este no es el único producto de estas características que existe en el mercado ya que marcas como NYX o Deliplús también incluyen este tipo de iluminador en lápices de doble extremo que sirven a la vezpara perfilar. Sin embargo, el Hight Brow es el primero que conocí y el único que he probado por lo que no puedo daros más opiniones acerca de los posibles dupes o clones.
Respecto a los aspectos negativos, poco os puedo decir, ya que en todo el tiempo que llevo usándolo sólo le he encontrado uno: no se difumina bien sobre prebase de sombras. Así, cuando me maquillo, procuro no llevar la prebase hasta esa zona para así poder usarlo sin problemas.
En fin, como se suele decir, la experiencia es un grado y, aunque parezca un producto modesto, os garantizo que no he dejado de usarlo desde el día que lo traje a mi casa y por ello no sólo lo recomiendo a viva voz sino que canto sus alabanzas a todo aquel que quiera oírme.
¿Qué me decís? ¿Os gusta esta nueva sección?