Cuidados De Las Plantas En Jardineras Y Maceteros De Madera
La mezcla de tierra para contenedores, especialmente para jardineras de madera, tinas y recipientes pequeños, se seca con rapidez.
Las jardineras ubicadas a pleno sol y cerca de superficies reflectantes, como las paredes pintadas de color blanco, también se secan más rápidamente.
Durante los días calurosos el riego debe realizarse dos veces al día. En períodos de tiempo nublado o lluvioso o si se han mezclado cristales retenedores de agua en el suelo, esto se puede hacer con menos frecuencia.
El método de introducir un dedo en el sustrato es probablemente el mejor para asegurarse de que la mezcla de tierra está constantemente húmeda, pero no empapada.
El riego constante y el pequeño volumen del sustrato también son responsables de que los nutrientes fertilizantes se consuman rápidamente. Cuanto más pequeño sea el recipiente, más rápido se produce el agotamiento. Cada segunda o tercera semana incluir una dosis diluida de fertilizantes con el riego para asegurarse de que siempre hay nutrientes disponibles. Si utilizan productos de liberación lenta, hay que seguir las instrucciones de la etiqueta para saber cuándo volver a aplicar.
Las plantas anuales florecerán bien durante la temporada de crecimiento pero morirán al final del año. Las plantas perennes que viven durante más de un año también pueden ser cultivadas en macetas, pero tienen que ser de tipo rústicas y resistentes para sobrevivir las heladas de invierno aún con las raíces tapadas.
Las jardineras pequeñas, cestas y otros recipientes móviles permiten que se las traslade al interior, en un invernadero o en algún otro lugar protegido para pasar el invierno. Los grandes barriles y otros contenedores ubicados al aire libre se pueden dejar en el lugar o agrupados, rodeado de mulch o envueltos para moderar las temperaturas.
Una de las ventajas de las jardineras de madera es que las plantas cultivadas en ellas no sufren los cambios de temperatura como las que crecen en macetas de terracota, ya que estas se suelen romper en invierno a causa de la expansión del agua que se congela, por lo que se suelen almacenar alejadas de temperaturas bajo cero o también vaciar durante el invierno.