Hace unos años se puso de moda un libro llamado “El Secreto” y otros similares de la “Ley de la Atracción” que manifestaban de muchas formas floridas que cuando uno se puede imaginar un bello suceso en forma positiva se cumplirá tal suceso y que ese es uno de los misterios mejor guardados de la vida de unos pocos iniciados y exitosos sabios. En otras palabras, todo lo que desees ser, tener o hacer podés alcanzarlo con sólo pensar en ello. Si no lo logras es porque eres un retonto, como lo es la mayoría de la humanidad que no puede levantar la cabeza, ¡tontos!
Como decir que si se desea algo lo suficiente terminará ocurriendo lo que nos llenará de goce ya que solo depende de la fuerza que demos a nuestros deseos (positivos claro) Tendría que ver con la omnipotencia del pensamiento que al pensar positivo atraería el bien, algo así digamos.
También sugieren que pensar en temas negativos, discutir malas noticias o bañarse de la realidad política o económica, digamos, producirá alguna clase de mal, alguna consecuencia negativa.
La verdad es que a mi me gustaría que se pudiera manejar todo desde los deseos y el pensamiento y es cierto que una actitud positiva o buena predisposición hacia los hechos puede ser una ventaja en muchas circunstancias.
El Psicólogo estadounidense Paul Watzlawick (1921-2007) ha formado parte del grupo que en las décadas de 1970’ y 1980’ organizó una nueva teoría de la comunicación que explicó en varios libros; he tomado algunas líneas de su libro “El Arte de Amargarse la Vida” donde parece coincidir en parte con “El Secreto” aunque en su forma inversa.
Dice el autor:
“…En el periódico de hoy, su horóscopo le advierte (y también aproximadamente a 300 millones más que nacieron bajo el mismo signo del Zodíaco) que usted puede tener un accidente. En efecto, a usted le pasa algo. Por tanto, será verdad que la astrología tiene gato encerrado. O ¿cómo lo ve usted?, ¿está usted seguro de que también le habría ocurrido un accidente, si no hubiese leído el horóscopo?, ¿si usted estuviese realmente convencido de que la astrología es un bulo craso? Naturalmente, esto no puede explicarse a posteriori.Es interesante la idea del filósofo Karl Popper que dice —simplificando mucho- que laprofecía horrenda del oráculo a Edipo se cumplió precisamente porque éste la conocía e intentó esquivarla. Y justo lo que hizo para escaparse de ella, fue lo que llevó al cumplimiento de lo que había dicho el oráculo.
Si ello es así, aquí tendríamos otro efecto de la evitación, es decir, su virtud de atraer en determinadas circunstancias justamente lo que pretende evitarse. ¿Qué circunstancias son éstas? Primero, una predicción en el sentido más amplio: cualquier expectación, temor, convicción o simple sospecha de que las cosas evolucionarán en este sentido y no en otro. Hay que añadir que dicha expectación puede ser desencadenada tanto desde fuera, por ejemplo, por personas ajenas, como por algún convencimiento interno. Segundo, la expectación no ha de verse como expectación sino como realidad inminente contra la que hay que tomar enseguida unas medidas para evitarla. Tercero, la sospecha es tanto más convincente cuantas más personas la compartan o cuanto menos contradiga otras sospechas que el curso de los acontecimientos ha ido demostrando.
Así, por ejemplo, basta la sospecha -con o sin fundamento, no tiene importancia- de que los otros cuchichean o se burlan en secreto de uno. Ante este «hecho», el sentido común sugiere no fiarse de los otros. Y como, naturalmente, todo sucede detrás de un velo tenue de disimulo, se aconseja afinar la atención y tomar en cuenta hasta los indicios más insignificantes. Sólo hace falta esperar un poco y pronto puede uno sorprender a los otros cuchicheando y disimulando sus risas, guiñando el ojo e intercambiando signos conspiradores. La profecía se ha cumplido.
Las profecías autocumplidas crean una determinada realidad casi como por magia y de aquí viene su importancia para nuestro tema…”
Yo creo que a este blog no lo lee nadie y debe ser así nomás porque no salgo del cepo (una manera de decir)