Isabel Rivero De Armas
Los cambios ministeriales realizados por el mandatario nacional Nicolás Maduro, como las medidas que forman parte del estado de emergencia económico, nos devuelven la esperanza a quienes no vemos en la adopción de políticas neoliberales la salida a la crisis venezolana. Asunto probado en la gestión del recién electo presidente Macri quien, en poco tiempo, se ha convertido en la pesadilla del pueblo argentino.En este clima de optimismo sólo me queda poner la lupa en algo que ha escapado de la vista de muchos. Me refiero a las cuñas golpistas en televisión sobre productos regulados como champú, pañales y toallas sanitarias.
Existen leyes, por llamarlas de alguna manera, de la publicidad que en este momento actúan de manera contradictoria en este fenómeno, como las que mencionaré a continuación.
La publicidad, que tiene como objetivo atraer compradores, es muy costosa en Venezuela, como en otros países. Por ende, unos minutos en televisión deben ser bien aprovechados. Sin embargo, qué sentido tiene que promocionen un producto, por ejemplo, la marca de champú Head&Shoulder de Procter & Gamble, cuando por razones como el acaparamiento, el bachaqueo y el contrabando de extracción no se consigue, y menos aún se puede elegir entre otras como Mennen, por cierto, de la otra empresa extranjera Colgate-Palmolive.
Como bien sabemos, valiéndose del poder que la imagen tiene en la actualidad, recordemos aquella frase: una imagen vale más que mil palabras, la publicidad es un medio de persuasión propio de la sociedad de consumo: te crea la necesidad del producto. Luego, qué ventaja puede tener cuando gracias a una guerra económica lo publicitado no se consigue.
Entonces, tener una cuña de unos tres minutos o menos no representa un beneficio económico. Verla crea angustia. Es un mecanismo de desestabilización, cuando lleva al plano de la irracionalidad. El mismo estado que le dio la mayoría circunstancial a la derecha en el Parlamento Legislativo.
Asimismo, como las fábricas de pollo que cerraron hasta las pasadas elecciones y algunas continúan paradas, los dueños de esos productos que publicitan pretenden salir de Nicolás Maduro. Por ello, es necesario que se estudie esta situación, intencional además, que genera rechazo en quienes pretenden dar respuestas, como el Gobierno, mientras que los verdaderos culpables salen ilesos.
Licenciada en Letras de la UCV. Estudios en Lingüística y Análisis del discurso. Articulista de opiniòn de UN de 2002 hasta 2013. En la actualidad, artìculista del Cuatro F, Ciudad Ccs y VEA .
isabelrivero70@gmail.com