Cuore Ingrato
María Jesús Mayoral Roche
Amalfi, 5 de septiembre de 1995
Caro Fabio:
Me castigas con tus silencios. Hace unos días que no sé nada de ti. Ese consejo, esa verdad desvelada te hirió, te molesta que te descubran. Lo siento, perdóname. No nos hagamos daño, dejemos los reproches a un lado, hablemos de lo intrascendente; si lo prefieres.
Un bacio.