Aquí podéis ver como la monté
Os aviso, tres días no son suficientes. Yo, que pensaba que por una vez había sido mega organizada y había conseguido ponerme tres días antes a plegar pañales, a coserle un banderín (otra cosa de las que me molaban mucho y tenían que estar sí o sí) y buscar todo lo necesario, acabé de prepararlo media hora antes de haber quedado. Creía que montar la tarta iba a llevarme poco tiempo pero me lié y casi le tengo que llevar los cupcakes deconstruidos jajaja. Lo bueno es que en un momento de inspiración me dio por preparar las bases y el ganache por la mañana, así que cuando vi que ya solo me quedaba una hora para salir de casa tuve que pensar cuatro adornos rápidos y que quedaran resultones. La idea de los biberones la saqué del libro de cupcakes de Marcela Capó y los baberos fue una mezcla de varias ideas que no sé de donde saqué. Y una glasa real rápida me inspiró para terminar el resto de decoraciones sin liarme mucho más. Así que os aseguro que una vez tenéis preparados la base de los cupcakes y el ganache podéis tener decorados estos 6 cupcakes en menos de media hora, palabrita! Ya no tenéis excusa para no hacer felices a algunos papás ;). Y os aseguro que por la cara de la mamá en cuanto los vio dimos en el clavo. Sobre el sabor, ya sabéis que con los cupcakes no puedo ser imparcial jeje estaban buenísimos! El ganache de chocolate sin palabras... y con el toque crujiente y un poco tostado de las semillas de amapola, es una combinación que me encanta...Así que, una vez más, enhorabuena papás y bienvenida!!!!
- 100 gr. de harina
- 100 gr. de azúcar
- 100 gr. de mantequilla
- 1 cucharada pequeña de levadura en polvo (Royal)
- 2 huevos
- 3 cucharadas de leche semidesnatada
- 1 y 1/2 cucharadas pequeñas de extracto de vainilla
- 2 cucharadas pequeñas de semillas de amapola
- 100 gr. de nata líquida para montar
- 150 gr. de chocolate fondant
- 15 gr. de mantequilla fría
- Fondant en 3 colores: lila, blanco y carne
- 50 gr. de icing sugar
- Agua caliente
Derrite el chocolate fondant en el microondas, parándolo cada 20-30 segundos para remover y controlar que el chocolate no se queme. Si lo prefieres puedes fundir el chocolate al baño maría. Reserva.
Vierte en un cazo la nata y cuando rompa a hervir, retírala del fuego. Vierte la nata caliente poco a poco sobre el chocolate deshecho y remueve con la ayuda de una espátula. Cuando esté todo bien mezclado, añade la mantequilla fría cortada a tacos y remueve hasta que se deshaga.
Cubre el bol con papel film, haciendo que toque la ganache para que no se forme una costra. Déjalo reposar en la nevera como mínimo una hora hasta que tenga una consistencia un poco más dura que la nutella.
En un bol o batidora añade la mantequilla y el azúcar y mezcla hasta conseguir una crema suave. Bate los huevos y añádelos a mezcla anterior. Una vez que los huevos se hayan integrado a la masa añade la harina poco a poco, el extracto de vainilla, la levadura y la leche. Bátelo todo hasta que no queden grumos y sea una masa líquida. Por último, añade las semillas de amapola y remueve unos segundos para que se repartan por la masa. Divide la masa entre los moldes hasta llegar a los 3/4 del molde. Procura no pasarte de esta medida ya que al cocerse la masa se puede desbordar. Mételos en el horno unos 20 minutos, hasta que tengan un tono dorado. Una vez hechos, déjalos reposar unos 5 minutos en la bandeja y luego ponlos sobre una rejilla para que se enfríen. Mientras se enfrían, deja fuera de la nevera el ganache de chocolate para que se ponga a temperatura ambiente y puedes comenzar a preparar los adornos. Para el biberón, solo tienes que preparar un cilindro largo blanco, una bolita chafada en morado y un cono de color carne o amarillo para que parezca la tetina.