Esto, aunque no lo parezca, es una receta de aprovechamiento. ¿Y que es lo que se aprovecha? Pues las magdalenas que en alguna ocasión hemos comprado por En realidad, no he hecho ningún descubrimiento como podéis observar; la elaboración es la misma que cuando hice este delicioso → "bolsones" (nada que ver con mi admirado Bilbo Bolsón por cierto), y que, pasados algunos días, van endureciéndose hasta hacerse de obligado cumplimiento, el bautizo de las mismas en alguna taza de humeante café, té o porqué no, chocolate bien caliente que es lo más apropiado en esta estación otoñal .
tiramisú, pero en lugar de los habituales bizcochos de soletilla, he usado esas magdalenas que se han endurecido pero que, una vez preparadas, se emborrachan y se pueden comer incluso con cuchara si os apetece. Una dulce opción para la hora de la merienda.
Cerezas en almíbar para decorar
Es recomendable poner las varillas de la batidora, el recipiente y la nata en frío 30' antes de montar la nata.
1 E char la mitad del azúcar en la nata y montarla hasta que quede muy compacta. 2 Separar las claras de las yemas. Montar las claras a punto de nieve (mejor añadiendo unas gotas de limón o vinagre). Mezclar con la batidora las yemas de los huevos con 2 cucharadas de azúcar, hasta obtener una mezcla homogénea.
3 Mezclar a mano y despacio con una cuchara el queso mascarpone y el preparado de yema y azúcar.
4 Cuando el queso y las yemas estén mezclados, juntar con la nata montada y las claras a punto de nieve realizando movimientos envolventes.
5 En el café templado, disolver un tercio del cacao en polvo y agregar el licor de almendras.
6 Cortar las magdalenas horizontalmente en tres partes iguales. Sobre la capa base poner un poco de la mermelada de cerezas.
La capa intermedia y la superior, las vamos mojando muy ligeramente en el café sin dejar que se empapen en exceso.
Colocar la base intermedia sobre la mermelada de la capa base. Encima poner una cucharada de la mezcla de nata y queso, encima pondremos el copete de la magdalena y volvemos a poner sobre éste otra cucharada de mezcla de nata y queso.
7 Para terminar, con un colador, espolvoreamos con el cacao en polvo y decoramos con una guinda en almíbar bien escurrida.
Se protegen con film transparente o se guardan en un tupper grande para que no se resequen y se refrigeran.