Curación de contenidos de andar por casa

Publicado el 11 diciembre 2014 por Lorena White @lorenagwhite

No sé si has oído hablar alguna vez de curación de contenidos. Yo la primera vez que lo escuché, me sonó más a médico que a técnica para filtrar, clasificar, presentar y enriquecer la información. Si eres de los míos, no te preocupes, estás ante un buen descubrimiento que hará que el trabajo en tu blog (o como redactor de contenidos en cualquier otro ámbito) sea mucho más eficaz y productivo.

Gran parte del tiempo que le dedico a mi blog, lo empleo en empaparme de información que me sirva de documentación para escribir posts. Muchas veces quiero hablar sobre un tema que me parece muy interesante (como me ocurrió con el SEO hace ya unos meses) pero no soy lo suficientemente entendida como para escribir con cierta soltura y aportando un valor añadido al texto, por lo que tengo que trabajar bien la información con la que trabajo, las fuentes en las que busco respuestas a mis dudas o puntos que me parecen importantes y cuidar especialmente la forma de presentar la información para que cuando llegue a ti, lector de este blog, tenga cierto sentido y te aporte algo más que si tú mismo empezaras a buscar  sobre el tema por la red.

Ante todo, si te ves en la situación de tener que documentarte y trabajar con información de primera mano, lo primero es ser consciente de que Internet es una herramienta, pero que no será, ni por asomo, el milagro que nos libre de la responsabilidad de escribir algo con cierta lógica, coherencia, honestidad y sentido. Una vez dicho esto, mirando toda información que obtengas de Internet con objetividad, verás que se abren ante ti múltiples páginas, personas, medios, periodistas, agregadores y expertos que también hablan sobre el tema que te interesa. También habrá vídeos, infografías o libros enteros con los que podrías ampliar la información durante cien años,  pero como lo que queremos es escribir un artículo o un post que aporte cierto valor, yo te recomiendo seguir los siguientes pasos.

1. Identifica el tema del que quieres hablar: ante todo, ya sabes lo que siempre te digo, escribe de lo que te apasiona. Porque escribiendo sobre lo que te apasiona y pasando por todo este proceso de filtración y organización, aprenderás mucho más de lo que ya sabes. Así que escoge un tema que por lo menos que te guste, ¿no?

2. Crea una lista de palabras clave: intenta plasmar todas las palabras clave que conozcas en torno al tema en un lista. Esto te facilitará las búsquedas en Google o en cualquier otra página. También pueden servirte para añadirlas a tu artículo y hacer un poquito de SEO, que nunca viene mal.

3. Identifica todas las fuentes de las que saques información: ¿son fiables esas fuentes? ¿El contenido que publican es de calidad? ¿Publican su propio contenido o son agregadores de otros? Cuanto más fiables sean tus fuentes, más valor tendrá tu texto porque podrás insertar en él muchas más referencias.

4. Filtra toda la información en función de tu línea editorial: estamos acostumbrados a que eso de la línea editorial sea el tirón político hacia la izquierda o hacia la derecha de un medio de comunicación, pero tú, como tu propia marca que eres, también tienes que definir una línea editorial, una forma de abordar un tema, de hablar sobre él y de otorgarle sentido, que sea personal. Una vez sepas por dónde quieres tirar (sería imposible abarcar todas las posibilidades que dan muchísimos de los temas sobre los que queremos escribir en un sólo artículo) filtra la información según lo que te interese. Por ejemplo, si quieres hablar de SEO, está bien. Pero si decides hablar sobre la importancia de las palabras clave para el SEO, eso te facilitará mucho a la hora de buscar información sobre el tema.

5. A la hora de redactar: otorga de valor añadido tu post. Si simplemente escribiéramos un artículo con un montón de información sacada de aquí y de allá, sólo estaríamos escribiendo un batiburrillo bastante impreciso del tema que queríamos tratar. Aportar tu opinión, lo que has aprendido en el proceso de escritura de ese artículo, tu manera de verlo, tu experiencia personal al aplicar X técnica en tu vida cotidiana o una pequeña enumeración de los pasos que has seguido y que crees que podrían ser útiles para los demás, son muy buenas formas de darle un valor especial al contenido final.

Por último, sé original, honesto y coherente con tu marca, piensa que es como si vendieras algo de ti en cada post. Y recuerda que es cierto que los blogs y los medios como Wikipedia son herramienta sencillas a las que acudir en un momento dado, de primera mano, pero si lo que nos interesa es ir un poco más allá, tendremos que molestarnos en estudiar otro tipo de contenidos como medios de comunicación, conferencias, e-books…