Mucho se ha hablado del instinto innato que, como todo ser vivo, tenemos. Como mamíferos, los bebés tienen el instinto de buscar el pecho apenas nacemos, y sus madres de ponerlo al pecho. Tenemos el instinto de dormir con nuestras crías (aunque lo neguemos y hagamos lo contrario a lo que el instinto nos pide) y nuestras crías tienen el instinto de exigirnos contacto físico las 24 hs. del día.Pero hay otro instinto, del que poco se habla. El instinto de saber exactamente qué necesitamos cuando nos sentimos mal o estamos enfermos.Muchos habrán observado que los perros y los gatos, por ejemplo, cuando se sienten mal buscan un lugar donde descansar, beben mucha agua, comen poco y en general comen pasto en lugar de su comida habitual. Y se curan.En nuestra sociedad occidental y culturizada, apenas nuestros hijos tienen dos líneas de fiebre corremos a la guardia del sanatorio, hacemos cultivos, bajamos la fiebre con antipiréticos y adormecemos los síntomas de la enfermedad con analgésicos.Pero, que pasaría si en lugar de hacer todo esto, dejáramos que nuestro cuerpo combata la enfermedad y cree las defensas para ese virus?Hace rato que estoy escuchando hablar de que la fiebre no es, en realidad, nada malo, sino una reacción de nuestro cuerpo para defenderse de un agresor externo: levantar la temperatura sirve para "quemarlo".Pero hasta ahora, siempre que mis hijos estuvieron enfermos utilicé alopatía.Este domingo Joaqui empezó con fiebre. No lo medicamos. Decidimos esperar. El lunes seguía con fiebre y se sentía mal. Comió poco, durmió mucho y tomó mucha agua. Solo le dí un poco de homeopatía para ayudar a bajar un poco la fiebre. El martes ya estaba mucho mejor, y hoy ya estaba perfecto, y hasta salió a jugar a casa de un amigo.El lunes empezó Emma también con fiebre. Todo igual que con Joaqui (no quería comer, pedía mucha agua y durmió muchísimo). Tuvo más fiebre que Joaqui, y en un momento me preocupé y quise darle ibuprofeno. No quiso saber nada. Solo logré darle unos pocos globulitos de homeopatía disueltos en agua. Decidí confiar en lo que su cuerpo le pedía. Y hoy amaneció sin fiebre.Y me quedé pensando, como metemos drogas en nuestro cuerpo, muchas veces hasta automedicandonos, cuando en la mayoría de los casos solo deberíamos dejar a nuestro cuerpo defenderse, crear defensas, actuar...No quiero que se me malinterprete. Por supuesto que si estamos ENFERMOS hay que ir al médico. Si se trata de una infección bacterial hay que tomar antibioticos (recetados por un médico) y si hay fiebre muy alta y/o por más de 48hs debemos consultar al médico.De lo que estoy hablando es de esas gripes o simples resfriados que no tendrían mayores consecuencias si dejaramos que sigan su curso, y seguramente luego nos enfermaríamos muchísimo menos, porque permitiríamos que nuestro cuerpo cree verdaderas defensas contra ese agresor externo...Para pensarlo, no?
Mucho se ha hablado del instinto innato que, como todo ser vivo, tenemos. Como mamíferos, los bebés tienen el instinto de buscar el pecho apenas nacemos, y sus madres de ponerlo al pecho. Tenemos el instinto de dormir con nuestras crías (aunque lo neguemos y hagamos lo contrario a lo que el instinto nos pide) y nuestras crías tienen el instinto de exigirnos contacto físico las 24 hs. del día.Pero hay otro instinto, del que poco se habla. El instinto de saber exactamente qué necesitamos cuando nos sentimos mal o estamos enfermos.Muchos habrán observado que los perros y los gatos, por ejemplo, cuando se sienten mal buscan un lugar donde descansar, beben mucha agua, comen poco y en general comen pasto en lugar de su comida habitual. Y se curan.En nuestra sociedad occidental y culturizada, apenas nuestros hijos tienen dos líneas de fiebre corremos a la guardia del sanatorio, hacemos cultivos, bajamos la fiebre con antipiréticos y adormecemos los síntomas de la enfermedad con analgésicos.Pero, que pasaría si en lugar de hacer todo esto, dejáramos que nuestro cuerpo combata la enfermedad y cree las defensas para ese virus?Hace rato que estoy escuchando hablar de que la fiebre no es, en realidad, nada malo, sino una reacción de nuestro cuerpo para defenderse de un agresor externo: levantar la temperatura sirve para "quemarlo".Pero hasta ahora, siempre que mis hijos estuvieron enfermos utilicé alopatía.Este domingo Joaqui empezó con fiebre. No lo medicamos. Decidimos esperar. El lunes seguía con fiebre y se sentía mal. Comió poco, durmió mucho y tomó mucha agua. Solo le dí un poco de homeopatía para ayudar a bajar un poco la fiebre. El martes ya estaba mucho mejor, y hoy ya estaba perfecto, y hasta salió a jugar a casa de un amigo.El lunes empezó Emma también con fiebre. Todo igual que con Joaqui (no quería comer, pedía mucha agua y durmió muchísimo). Tuvo más fiebre que Joaqui, y en un momento me preocupé y quise darle ibuprofeno. No quiso saber nada. Solo logré darle unos pocos globulitos de homeopatía disueltos en agua. Decidí confiar en lo que su cuerpo le pedía. Y hoy amaneció sin fiebre.Y me quedé pensando, como metemos drogas en nuestro cuerpo, muchas veces hasta automedicandonos, cuando en la mayoría de los casos solo deberíamos dejar a nuestro cuerpo defenderse, crear defensas, actuar...No quiero que se me malinterprete. Por supuesto que si estamos ENFERMOS hay que ir al médico. Si se trata de una infección bacterial hay que tomar antibioticos (recetados por un médico) y si hay fiebre muy alta y/o por más de 48hs debemos consultar al médico.De lo que estoy hablando es de esas gripes o simples resfriados que no tendrían mayores consecuencias si dejaramos que sigan su curso, y seguramente luego nos enfermaríamos muchísimo menos, porque permitiríamos que nuestro cuerpo cree verdaderas defensas contra ese agresor externo...Para pensarlo, no?