A buen seguro que más de dos lectores serán habituales consumidores de nueces a modo de postre o tentempié, especialmente ahora que estamos en invierno.
En esta ocasión no vamos a presentar las propiedades de la nuez, pero sí comentaremos todos los fines medicinales que nos ofrece el árbol de la nuez, es decir, el nogal. Este voluminoso árbol que puede llegar a los 30m. de altura nos proporciona hojas y flores en abundancia que van a favorecer en buena medida nuestra salud.
Tendremos la precaución de no administrar ningún preparado de nogal a niños, personas alérgicas a las nueces o afectados por gastritis y úlceras.
Pero, ¿de qué forma nos puede ayudar el nogal? Detallemos sus propiedades:
- Cistitis.
Por su acción antiséptica y astringente, las hojas del nogal nos benefician en el tratamiento de infecciones de orina, ayudando a reducir la micción frecuente y manteniendo a raya la infección bacteriana.
- Diarrea.
En caso de diarreas por consumir líquidos o alimentos contaminados, las hojas de este árbol suelen suponer un buen remedio para atajarlas. Para ello mezcla algunas hojas de nogal con agrimonia, disolviendo dos cucharadas de esta mezcla por cada medio litro de agua. Bebe un vaso pequeño de esta infusión cada 3 o 4 horas para mejorar las diarreas.
- Piedras en el riñón.
En este caso combinaremos las hojas del nogal con anís estrellado, diente de león, hinojo y melisa a partes iguales. Este preparado calmará nuestros dolores ayudando a eliminar las molestas piedras en el riñón.
- Ojos irritados.
En forma de solución oral el nogal también nos puede servir. ¿Irritaciones en los ojos? Aplica una gasa empapada en infusión de nogal y verás como la irritación ocular e hinchazón de párpados van desapareciendo gradualmente.
- Llagas en la boca.
Maldecidas por cualquier persona que las padezca, las llagas en la boca resultan a menudo bastante dolorosas. Una buena forma de calmar esos dolores consiste en realizar enjuagues de preparados cuyo componente principal son las hojas secas del nogal.