Curd de piña

Por Baking With Co. Laia Brun @bakingwithco

La piña y yo tenemos una relación amor-odio, me encanta pero no puedo comerla al natural porqué me da dentera, grima… no sé como llamarlo… Y si lo hago, comienzo a sudar. No es alergia, es como rechazo. Pero ya os digo que de sabor me chifla así que ¡viva los yogures, los caramelos, los zumos con sabor a piña y la piña colada! Por cierto, habéis visto mi receta de cupcakes de piña colada?
El otro día hice una tarta de mousse de coco (prometo publicar pronto la receta) y qué mejor que una salsa de piña para acompañarla? Como soy muy fan del lemon curd, y me sonaba haber visto alguna vez un curd de piña, me puse a navegar por la red y di con ella. Qué os puedo decir? En casa voló literalmente, primero la comimos con la tarta, luego con yogur natural y, al final a cucharadas! Es increíblemente deliciosa.
Os gusta el lemon curd? Os gusta la piña? Pues aquí tenéis la receta de un curd (la traducción literal es cuajada) o salsa de piña. Para acompañar cualquier postre, rellenar cupcakes o comer con galletas... prometo que no defraudará.

FUENTE La guinda del pastel
CANTIDAD 350 grs.
ANTES DE EMPEZAR Comentaros que la textura de esta salsa es tipo natillas, si la queréis más espesa, para rellenar una tarta o unos macarons por ejemplo, añadid 4 hojas de gelatina
Ingredientes
  • 300 grs. de piña natural o en lata
  • 3 yemas de huevo
  • 70 grs. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 80 grs. de azúcar 
  • 2 tsp. de maicena
Preparación
  1. Trituramos la piña hasta obtener un puré cuanto más fino mejor
  2. En un cazo mezclamos el puré con el azúcar, las yemas y la maicena
  3.  Lo ponemos a calentar a temperatura media y sin dejar de remover hasta que espese (unos 10 minutos).
  4. Retiramos del fuego, echamos la mantequilla cortada a dados, mezclamos hasta que se integre y volemos a poner al fuego unos 5 minutos más, hasta que comience a burbujear. (justo cuando comience, no lo dejéis más) 
  5. Volcamos en un bol, cubrimos con papel film en contacto directo con la crema (para que no quede costra) y dejamos enfriar totalmente.
Una vez frío, sobre todo de nevera, espesará mucho más pero, a malas, si veis que no está todo lo espeso que queréis, no hay problema en volver a calentarlo y añadirle gelatina.
    Conservación
    El mejor modo es en un tarro de cristal bien tapado y en la nevera. Puede durar entre 4 y 5 días aunque en casa no llega ni que lo intentemos. 
    Si la hacéis ya me comentáis qué os parece.

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