Y recientemente se ha publicado lo que quizá sea el cambio ontogenético más radical descubierto en cualquier dinosaurio. Al menos hasta la fecha. Se trata de un embrión fósil de titanosaurio indeterminado que muestra un cráneo con características más que peculiares. Para empezar, presenta una especie de "punta" en el hocico que se conforma de prolongaciones del premaxilar. En esta parte se hipotetiza que existió un recubrimiento córneo (un cuerno, vaya) llamado cuerno premaxilar.
Pero ¿Qué tiene de raro? Después de todo, hay vertebrados modernos con dicho cuerno, denominado "diente de huevo". Bueno, pues aunque se había descubierto en titanosaurios (y quizá hasta de la misma especie) en Auca Mahuevo, este ejemplar sugiere que el "cuerno premaxilar" no es lo mismo que el "diente de huevo" (véase la imagen previa) y que en realidad dicho diente, que se cae al poco tiempo luego de eclosionar, estaría situado más arriba en el rostro del animal.
Y esto sí que sería novedoso, pues ningún vertebrado conocido posee esta peculiar anatomía. Los autores del estudio no especulan sobre la posible utilidad de cuerno premaxilar. Pero indican que éste, estaría presente durante un tiempo después. Su función es desconocida hasta ahora.
Pero ahí no acaban las rarezas, pues al estudiar de forma tridimensional el embrión emergió una cara bastante peculiar. Primero que nada, el techo del cráneo no se osificaba hasta más tarde en su desarrollo, pero el resto de huesos de la cara ya estarían osificados. Además, las narinas serán confluentes (es decir unidas) desde temprano en su desarrollo, pero en vez de estar situadas en la parte alta de la cabeza, se localizaban frente a los ojos. Y eso no es todo, lo más raro es la posición de los ojos, pues éstos indican una visión estereoscópica, al estar orientados hacia el frente. Este saurópodo tenía ojos de primate que, al crecer, se irían orientando a los lados de la cabeza poco a poco.
Se desconoce aún la razón de estos peculiares rasgos anatómicos, pero ponen de manifiesto a una cría que no se parece casi nada (al menos en el rostro) a un adulto. Lo cual guiará sin duda la reconstrucción paleoartística futura de este tipo de criaturas. Esperemos que el tiempo, nuevos fósiles y estudios nos puedan dar respuesta de esta curiosa anatomía o expongan nuevas y peculiares rasgos en otros horriblemente hermosos bebés de dinosaurio.
Fuente:Kundrát, M., Coria, R. A., Manning, T. W., Snitting, D., Chiappe, L. M., Nudds, J., & Ahlberg, P. E. (2020). Specialized Craniofacial Anatomy of a Titanosaurian Embryo from Argentina. Current Biology.