La entrada de hoy va a ser cortita, así que...¡empezamos!
¿Soléis prestar libros o, por el contrario, no os gusta prestarlos?
Creo que no debo ser la única persona a la que no le gusta prestar libros, más que nada porque los cuido muchísimo y siempre intento que no se estropee el lomo, que no se doblen páginas y, obviamente, que no cojan mucho polvo; así que no me gustaría prestar un libro y que me lo devuelvan con las esquinas dobladas, con las solapas utilizadas como marcapáginas