Es una manera de rendir homenaje a las chicas del Ejército de Salvación que, durante la I Guerra Mundial, fueron tan valientes como para viajar hasta el frente de Francia y recorrer las trincheras ofreciendo dónuts y café a los soldados de las tropas americanas.
Por eso los dónuts están tan presentes en mis dos novelas ambientadas en el período de entreguerras. En DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN ocurre un divertido episodio en el que los dónuts tienen un protagonismo muy erótico en boca de la ancianita Flora.
Por eso mismo, mi queridas Chicas Happys de Olivia Ardey, con Celeste Serra a la cabeza, hicieron del dónut el detallito especial de la novela, convirtiéndolo en el colgante de obsequio. Seguro que muchas de vosotras habéis sido afortunadas con un happydónut de los buenos deseos en algún sorteo.
Si quieres saber más sobre esta curiosa celebración, pincha aquí.
Todas las cafeterías de la cadena Dunking' Donuts de USA regalan hoy un dónuts para celebrarlo.