En nuestra gastronomía el vino ocupa un papel importante en muchas recetas:
Para marinar las carnes, porque las ablanda y le da un sabor espectacular.
Para elaborar muchas salsas, mediante la reducción.
Para adobados y maceraciones.
En guisos de cocción lenta.
En repostería.
Debemos de tener en cuenta que para cocinar con vino es importante escoger uno de calidad que no tiene por qué ser necesariamente caro. En la actualidad contamos con una gran variedad de vino a precios muy ajustados.
El vino es un ingrediente importante en la preparación y si no es adecuado puede echar a perder el resultado de la receta. Los aromas y sabores van a depender y variar según el vino que utilicemos
¿Qué vinos son los más adecuados para cocinar?
Una regla que está muy extendida es vinos tintos = carnes y vinos blancos =
Yo prefiero utilizar, como regla general, vinos tintos para salsas oscuras; vinos blancos para salsas claras.
Según el plato que vayamos a cocinar, escogeremos un tipo u otro de vino:
-Los vinos tintos
son perfectos para cocinar carnes rojas así como para salsas rojas o de tomate. En este último caso utilizaremos un vino más suave y dulce para contrarrestar la acidez.
Los platos de caza necesitan vinos “recios” con mucho cuerpo.
Si cocinamos aves con vino tinto debe ser suave y de baja graduación.
Algunos pescados de carne firme (rape…) admite salsa con vino tinto suave.
- Los vinos blancos
para preparar pescados. Vinos más frutales para los pescados de rio, langosta y bogavante.
Carnes blancas como ave o conejo, o salsas blancas.
- Los vinos generosos
como un Oporto o un Pedro Ximénez, pueden dar un toque muy especial a los guisos de carne, Foies y pates.
- Los vinos blancos dulces
son recomendables para hacer repostería.