Eso es lo que ocurre en Playa de Aro un lugar donde, no solo te verás arropado por sus paisajes y playas, encontrarás el mejor hotel en la costa brava o los mejores servicios turísticos, sino que, además, conociendo sus historias y curiosidades, te verás envuelto en una aventura para recordar siempre.
Un poco de su historia
El municipio de Castell- Platja D’Aro está integrado por las localidades de Castillo de Aro, Playa de Aro y S’Agaró y desde el año 1964, en que se crea la primera campaña turística institucional, es uno de los destinos turísticos más demandados.
Pero antes de eso, fueron muchas cosas las que llevaron a esta localidad a convertirse en lo que hoy puedes conocer.
Originariamente, el municipio era un pequeño poblado de pescadores situado en la costa de Gerona, en el Bajo Ampurdán, entre las localidades de Palamós y San Felíu de Guixols, proveniente de antiguos asentamientos prehistóricos y romanos que, tras la reconquista en el año 881, pasan a ser gobernados por el obispado de Gerona, dependiendo del abad de San Felíu bajo cuyo mando quedan los territorios del Valle de Aro y más concretamente, Fanals D’Amunt, nombre original de Playa de Aro, y la Iglesia.
El origen de S’Agaró
Pero mucho tiempo antes del boom turístico que hace que hoy puedas encontrar el mejor hotel en Playa de Aro entre la amplia oferta disponible, a una familia de industriales gerundenses, los Ensensa, se les ocurrió comprar unos terrenos adyacentes a la playa de San Pol y edificar en ellos su vivienda residencial de vacaciones.
Eran terrenos rocosos y yermos, con escasa utilidad para la producción agrícola, y algunos pinares. La construcción de la vivienda fue encargada al arquitecto Rafael Masó que, viendo las dificultades orográficas que presentaba el terreno o ya en previsión de lo que se podía hacer allí, aconsejó a su cliente la adquisición de otros terrenos adyacentes.
Sea como fuere, el caso es que la construcción de una vivienda vacacional terminó convirtiéndose en un ambicioso proyecto de ciudad residencial novecentista orientada hacia el mercado de la alta burguesía, al más puro estilo de ese inicio del turismo de playa de principios del siglo XX.
La ciudad fue proyectada con su casa de baños, su hotel y sus residencias privadas, bajo un sistema de urbanización de “ciudad jardín” que libraba las dificultades del terreno con jardines, escaleras y plazas y que fue desarrollando su estructura principal entre los años 1916 a 1936.
Todo este conjunto fue declarado en 1995 conjunto histórico protegido como bien cultural de interés nacional.
Las regatas, torneos de tenis y actividades culturales de todo tipo formaban, ya entonces, parte del gran atractivo de esta zona residencial de veraneo.
El origen de los caminos de Ronda
Otra de las curiosidades de la historia la encontramos en los caminos de ronda que bordean la costa y que hoy son transitados por los turistas, entre calas y montaña, como una atractiva ruta de paseo y senderismo.
El origen de estos caminos lo encontramos ya en las patrullas vecinales formadas para vigilar la costa y protegerse de las incursiones de los piratas y corsarios que asolaban incluso las poblaciones del interior.
En el siglo XIX se establece ya un sendero para controlar la costa y en el siglo XX, y sobre todo tras la guerra civil y la difícil situación de la posguerra, la guardia civil termina de definirlo para controlar el estraperlo y el contrabando.
Algunas curiosidades de la actualidad
Si te alojas en un hotel en Playa de Aro, ¿Qué sitios y cosas no debes perderte?
El Castell y el casco antiguo
El Castell o castillo es el centro neurálgico de un precioso casco antiguo que sigue transmitiendo plenamente su origen medieval y en torno al cual se desarrolla la población original de Playa de Aro.
La primera restauración se realizó sobre las ruinas originales del Castillo de Benedormiens en 1970 y conservó la parte más antigua de este, que data de siglo XII.
Actualmente alberga galería de arte, exposiciones, talleres y actividades culturales.
Rincones especiales
Todo el conjunto histórico de Playa de Aro está lleno de rincones con encanto e historia.
El museo de la Nina o de la muñeca
Creado desde la colección particular de Josefina Teixidor y situado en un edificio adyacente al castillo, hoy cuenta con más de 350 muñecas de todas las épocas, provenientes de la colección original y de donaciones de todas partes del mundo.
El mirador del pesebre
Se trata de un conjunto de esculturas en piedra y cemento, al final del casco histórico y sobre el valle de las comas, que sirve de escenario al famoso pesebre viviente de Playa de Aro, el más antiguo de Cataluña y uno de los más antiguos y tradicionales de España, y que hoy, desde su primera edición en 1959, cuenta con más de 30 escenarios.
La pujada de la iglesia
Es una de las cosas sorprendentes de Playa de Aro, una calle peatonal que supera el desnivel entre la playa y la plaza de Santa María, con una estructura escalonada y arbolada en todo su trayecto, donde al alcanzar la cima vamos descubriendo, primero la Iglesia gótica de Santa María y, posteriormente, el castillo, en toda su magnitud.
El Secret Market
Si ya has elegido tu alojamiento en algún hotel de cuatro estrellas en Playa de Aro, seguro que también te interesan las compras y las zonas de ambiente.
El Secret Market es un lugar que combina a la perfección las dos cosas.
Se trata de una zona de patio de una torreta de 1930 ubicada entre pinos y camino de la playa, donde los fines de semana se organiza un mercadillo estilo hippy de día y que por la noche se convierte en el centro de ambiente con copas, mojitos y música.
Sin duda una visita que no te perderás después de descubrir otras muchas cosas de este maravilloso lugar lleno de sorpresas.
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