Entre las curiosas actitudes y sucesos que rodeaban a Cleopatra, se sabe que experimentó con distintas sustancias, buscando la más adecuada, para el momento en que decidiera suicidarse. Para ejecutar sus planes daba de beber ciertos venenos de la época a prisioneros y esclavos. Empleaba beleño negro que contiene hiosciamina, además de belladona que es una planta con contenidos nocivos. Ambos compuestos producían demasiado dolor en quienes las ingerían, motivo por el cual los descartó para su cometido.
Utilizó para realizar su propósito, estricnina, otro tóxico que producía convulsiones y los gestos que provocaba en el rostro, fueron razón para que no pensara en ingerirla, porque dejaría su imagen desfigurada al morir. Algunas hipótesis aseguran que se decidió por la cobra egipcia, que con su mordisco causaba una muerte menos dolorosa. En las últimas teorías expuestas sobre su muerte, un historiador alemán llegó a plantearse la posibilidad de que Cleopatra, hubiese ingerido una mezcla de opio, conium y acónito.
La reina de Egipto y de la dinastía ptolemaica, pudo haber sido quien inspiro a científicos soviéticos como Grigori Moissevitch Mairanovski, quien durante la II Guerra Mundial fue conocido como el Doctor Veneno. Este médico llegó a experimentar con presos y políticos de finales de la guerra. Procuraba encontrar un veneno con características diferentes a los conocidos hasta el momento. Probaba con diversos métodos para conseguir que éste fuese incoloro y que no pudiera ser encontrado en las pruebas o análisis toxicológicos de los cadáveres.
Otra curiosidad sobre Cleopatra indica que hablaba siete idiomas y que durante su reinado el pueblo egipcio no tuvo que pasar hambre. Su buen gobierno no ayudó a su hijo para reinar en Roma y Egipto a la vez, porque estas naciones no aceptaban a la reina, aludiendo que por sus infidelidades no debía ocupar el trono. La historia cuenta que Cleopatra murió después del asesinato de Cesarion, por orden de Octavio. Los relatos describen que antes de que muriera la última de sus doncellas, llegó Octavio y le dijo: “-Que belleza, y la sirvienta le respondió:-Nunca verás algo igual”.
La reina de Egipto que heredó el trono con tan solo 16 años, cuyo nombre completo fue Cleopatra Filopator Nea Thea, es conocida por su participación en alianzas políticas, que para los estudiosos eran conseguidas gracias a sus encantos y su singular belleza. Las últimas investigaciones se refieren a ella como una mujer con gran inteligencia y capaz de llevar adelante su reino. Históricamente era reconocida por sus grandes amores y sus triunfos, que aparentemente se debían a sus encantos femeninos. En nuestros días se ha confirmado su capacidad para gobernar, sin necesidad de utilizar sus armas de belleza.
Su suerte cambió cuando Marco Antonio, su gran amor, dejo de ayudarla. El legado de Cleopatra se resume en su personalidad magnética, pero aparentemente su atractivo físico no era tal, como se la representa en los monumentos, imágenes, o inclusive películas. Los comentarios sobre el maquillaje de Cleopatra, hablan del gran atractivo de su imagen. Nuevas investigaciones fueron llevadas a cabo por científicos franceses, que pertenecen al Museo del Louvre y también al Centro Nacional de Investigación Científica. Entre sus conclusiones se reveló que el famoso maquillaje escondía una doble intención. Por una parte la reina buscaba un fin estético y también proteger sus ojos de enfermedades que la aquejaban.
Antiguamente los compuestos de los cosméticos eran realizados con bases de plomo y también sales de este químico, logrando oscurecer los ojos. Esta composición contenía propiedades que permitían estimular el sistema inmunológico del organismo. Expertos afirman que las dosis de plomo al ser tan baja no perjudica ni mata las células, produciendo en cambio una molécula de óxido nítrico, que permite la activación del sistema inmune. Con estos beneficios se consigue evitar las infecciones en los ojos y parpados de cualquier bacteria. Científicos y estudiosos han sugerido que el mineral del sulfito de plomo, llamado galena con el que se compone el maquillaje, podía haber funcionado como antiséptico y proteger también a los ojos de los rayos solares.
Cleopatra recordada por el cine con ojos muy maquillados de acuerdo a estos estudios, habría contribuido a desarrollar esos compuestos químicos en su época. Una civilización que aparentemente ya conocía los beneficios para la salud de dichas sustancias cosméticas.