Procede de China y es de la familia de las gramíneas, pudiendo llegar a alcanzar los 25 metros de altura. De la raíz se forma un rizoma muy fuerte y de ahí salen los tallos. Al florecer, la planta se queda sin recursos y termina por morir.
Puede estar tanto en sol como en sombra.
Pueden ser, tanto plantas que midan 1 metro de altura (pequeñas) o gigantes de hasta 30 metros de altura.
Esta planta debe recibir agua cuantiosa y frecuente.
La floración no sucede hasta los 80 años, para después morir.
Es una de las plantas más importantes para el hombre, ya que se puede emplear en el área de la construcción, la alimentación y en la fabricación de tela y papel.
Es el árbol que crece más rápido de todos, incluso, dicen que si te quedas mirándolo un rato, lo puedes ver crecer. Puede llegar a crecer hasta 32 metros por mes.
En Japón es un material al que se le da más importancia que, por ejemplo, al cemento o el silicio.
Es una planta que puede aguantar tanto el calor como el frío extremos.
El bambú, durante sus siete primeros años crece hacia abajo, pues eso la prepara para salir después y alcanzar crecimiento rápido. Aunque se le corte el tallo, ella seguirá creciendo.
Es una planta muy flexible y aunque haga un fuerte viento, es adaptable a las adversidades. Esto, trasladado a las personas, podría ser perfectamente una metáfora, ya que si fuéramos capaces de cultivar nuestra paciencia y echáramos raíces fuertes respecto a nuestra personalidad y somos flexibles frente al mundo que nos rodea, entonces creceríamos y tendríamos éxito a pasos agigantados.
Tanta es la fortaleza que caracteriza a esta planta, que aunque fuese cortada, renacería para llegar de nuevo a la cumbre. Además se utiliza para construir puentes, debido, claro está, a su resistencia.
Crecen en zonas húmedas y calurosas.
Es una planta que refleja fortaleza, vitalidad, paciencia y grandeza. Desde un punto de vista espiritual, cuando algo no sale bien, le echamos la culpa a todos, y es que todo sucede bajo los tiempos divinos, como ocurre con el bambú.