UN HOMBRE DE LETRAS OBSESIONADO CON LOS NÚMEROS Émile Zola (1840-1902), escritor francés, vivía obsesionado con los números; no podía pasear sin inevitablemente ir contando las farolas o los tranvías que pasaban. Para él los números estaban íntimamente en conexión con sentimientos placenteros o desagradables, según el caso. Así, por ejemplo, los múltiplos de 3 los relacionaba con la maldad, los múltiplos de 7 con la buena suerte y el 17 era para él el numero más gafe de todos. Hoy, día 17, no estaría Zola muy tranquilo...
SEAMOS PRÁCTICOS
Cuando le preguntaron al escritor inglés G. K. Chesterton (1874-1936) qué libro se llevaría a una isla desierta su respuesta no pudo venir más al caso. Elegiría, dijo, La guía práctica para construir una embarcación, de C. Thomas.
La escritora norteamericana Gertrude Stein (1874-1946) sentía verdadera aversión por los signos de puntuación, a excepción del punto y como que consideraba "con vida propia". Las comas las tenía por "serviles", los signos de interrogación y admiración por "realmente repugnantes"). Así que evitaba manifiestamente estos artilugios, a su entender, innecesarios.
PREMIO NOBEL DE LITERATURA. DE VOCACIÓN, BAILARINA La autora Nadine Gordimer (1923-2014), premio Nobel de Literatura en 1991, tuvo que abandonar su vocación, la danza, a la edad de 11 años aquejada de una dolencia cardíaca. Este hecho la convirtió en una niña solitaria y retraída que buscó refugio en la biblioteca de su ciudad natal, Springs. Ahí, entre esas paredes, nació su afición a la literatura y a la escritura.