Curiosidades y anécdotas de escritores

Publicado el 17 febrero 2016 por Carm9n @Carmenyamigos
Hoy toca una entrada curiosa. Decidme, ¿os apetecen unas cuantas anécdotas, extravagancias y curiosidades con conocidos escritores como protagonistas? ¿Sí? Pues allá vamos...  
  UN HOMBRE DE LETRAS OBSESIONADO CON LOS NÚMEROS Émile Zola (1840-1902), escritor francés, vivía obsesionado con los números; no podía pasear sin inevitablemente ir contando las farolas o los tranvías que pasaban. Para él los números estaban íntimamente en conexión con sentimientos placenteros o desagradables, según el caso. Así, por ejemplo,  los múltiplos de 3 los relacionaba con la maldad, los múltiplos de 7 con la buena suerte y el 17 era para él el numero más gafe de todos. Hoy, día 17, no estaría Zola muy tranquilo...   EL MANCO DEL ESPANTO  Miguel de Cervantes (1547-1616) es por todos conocido como "el manco de Lepanto" por la pérdida del brazo izquierdo en la batalla del mismo nombre frente al imperio otomano. Quizá es menos sabido que los pobres y dolidos contribuyentes llegaron a llamarle "el manco del espanto" durante el tiempo en el que fue recaudador de impuestos para la Corona. 
 SEAMOS PRÁCTICOS
Cuando le preguntaron al escritor inglés G. K. Chesterton (1874-1936) qué libro se llevaría a una isla desierta su respuesta no pudo venir más al caso. Elegiría, dijo,  La guía práctica para construir una embarcación, de C. Thomas.   Y PUNTO
La escritora norteamericana Gertrude Stein (1874-1946) sentía verdadera aversión por los signos de puntuación, a excepción del punto y como que consideraba "con vida propia". Las comas las tenía por "serviles", los signos de interrogación y admiración por "realmente repugnantes"). Así que evitaba manifiestamente estos artilugios, a su entender, innecesarios.   
PREMIO NOBEL DE LITERATURA. DE VOCACIÓN, BAILARINA La autora Nadine Gordimer (1923-2014), premio Nobel de Literatura en 1991, tuvo que abandonar su vocación, la danza, a la edad de 11 años aquejada de una dolencia cardíaca. Este hecho la convirtió en una niña solitaria y retraída que buscó refugio en la biblioteca de su ciudad natal, Springs. Ahí, entre esas paredes, nació su afición a la literatura y a la escritura.
   LO BUENO SI BREVE... Y hablando de signos de puntuación, cuentan que el escritor francés Victor Hugo (1802-1885) envió una muy escueta nota a sus editores, Hurst & Blackbett, en la que preguntaba sobre las ventas de su recientemente publicada Les Miserables. La nota decía tan solo, "?". La respuesta fue igual de sucinta, "!". Para qué más palabras.   COMO LA VIDA MISMA Daniel Defoe (1660-1731) transcribe en su novela Robinson Crusoe la historia real acontecida en las Islas Galápagos al escocés Alexander Selkirk, que, tras encabezar una protesta de la tripulación del barco en que trabajaba, fue castigado por su capitán Strading- era una castigo no infrecuente- a ser abandonado con escaso víveres en una isla deshabitada. Sobrevivió y recorrió posteriormente toda Inglaterra contando sus cinco años en la isla. Puede que Defoe llegase a conocer la historia por boca del propio protagonista.   BIEN DICHO Cuentan que uno de los asistentes asiduos a las tertulias que Madame de Staël (1766-1817)organizaba en sus salones le preguntó en una ocasión el porqué las mujeres bellas tenían más éxito que las inteligentes a lo que la autora respondió, "Sepa usted que eso es así porque no hay muchos hombres ciegos pero sí abundan los tontos".   SIN PRISAS  De James Joyce (1882-1941) es bien conocida su meticulosidad en el trabajo. En relación a esto, cuentan que un día que unos amigos pasaron por su casa a visitarlo lo encontraron tumbado en la mesa de la cocina mirando fijamente el techo. Al preguntaré qué sucedía, les respondió, "Hoy he escrito cinco palabras". Conociendo su perfeccionismo, intentaron animarle diciéndole, "¡Pero eso está muy bien!". Joyce les respondió sin quitar la vista del techo, "Sí, pero no sé en qué orden colocarlas."   Y estas son por hoy... Por supuesto, si queréis contarme vosotr@s alguna anécdota o curiosidad que conozcáis de algún escritor, yo encantada de escucharos. Ya sabéis por dónde ando...   ¡Gracias por compartir!