El descubrimiento de las grietas de barro de Pontours puede, de hecho, haber proporcionado a los científicos su primera oportunidad de estudiar los restos del caldero de la vida. Las placas tectónicas de la Tierra reciclan constantemente su superficie, enterrando ejemplos de su historia prebiótica. Marte no tiene placas tectónicas, por lo que se han conservado períodos mucho más antiguos de la historia del planeta.