Los juveniles fueron muy curiosos y se acercaron para ver que era eso que andaba ahí cerca, más aún cuando reproduje la grabación de su llamado, no así un adulto que permaneció más escondido y lejos entre los juncos.
Los adultos presentan un color mucho más llamativo, los jóvenes en cambio son pálidos, con solo color amarillento y tomos oscuros, carecen del rojo, azul, verde y amarillo más intenso de sus progenitores.