Pero ojo, Asia es muy grande y no todo va a ser extremo oriente. Hoy, por ejemplo, vamos con una receta originaria de la India y la hemos “fusionado” con aires marroquíes y servido con palillos porque me gustaba para la foto, porque a la hora de comerla, la verdad es que lo mejor es una cuchara :P.
Yo no es que sea demasiado aficionado a la cocina India, pero os aseguro que este plato, que lo he hecho y comido yo mismo, no sólo está delicioso, sino que es muy fácil, muy sano y muy agradable.
Os animo encarecidamente a reproducirlo y luego me contáis, ¿vale?
Ingredientes:
- 500 gr. de coliflor
- Un bote de leche de coco
- 100 gr. de patatas
- Jengibre fresco.
- ½ cucharadita de cúrcuma
- Tres chalotas
- Un pimiento verde
- ½ cucharada de curry en polvo
- ½ cucharada de ras el hanout
- 1 Cucharada de mostaza.
- Un chili grande.
- Cebollino
- Sal
- AOVE
- Ralladura de lima.
1.- Pelamos y cortamos las patatas en cubos pequeños. Cortamos la coliflor (sin los troncos) en porciones de tamaño parecido
2.- Cocemos la patata a fuego lento en la misma leche de coco.
3.- A media cocción (10-12 minutos) añadimos la coliflor, dos chalotas picadas muy finas, el pimiento cortado en tiras, el curry, la cúrcuma, la mostaza y el ras el hanout. Cocemos unos otros 15 minutos a fuego lento y tapado. Buscamos que esté todo tierno, pero no blando. Id probando.
5. Añadimos la chalota y el chili salteados justo al final de la cocción del curry. Removemos.