"Esta posibilidad es única en el mundo, y además es inédita. Hay que tener claro que lo mejor que uno puede hacer es ayudar al otro, y en este caso a aquellos que hoy cumplen condena para que al salir tengan un trabajo, un medio de vida para que no vuelvan a delinquir", afirma el ex árbitro.
Los casos que más recuerdan, sin embargo, son el de un alumno que recuperó la libertad y pidió volver para terminar el curso ("No lo dejaron, la ley no lo permite", cuentan); el de otro que no pudo dar el examen final por coincidir con el día de su juicio; y el de un tercero que peleó para que no lo trasladaran en tanto concurriera a las clases de arbitraje: "Nos emocionó", recuerdan. LEER MAS: http://barbadasbase.blogspot.com/2010/12/unidad-9-penitenciaria-de-la-plata.html#ixzz1gjisfyV9