Curso de ética periodística: las cacas de los pájaros son armas de destrucción masiva

Por Davidalvarez
Uno de mis pasatiempos favoritos es abrir el periódico por la mañana y buscar la noticia más gilipollas del día. Una tarea complicada, no por la escasez de gilipolleces sino por todo lo contrario, por la dificultad de escoger una sola entre un plantel tan florido y hermoso. Afortunadamente, hay días en los que la decisión está tan clara que una vez tomada te puedes permitir cerrar el periódico, recostarte en el sofá y disfrutar de la experiencia mística que siente alguien que ha descubierto un tesoro perdido.
Y hoy ha sido uno de esos días, uno entre un millón, porque he encontrado la noticia que todos los frikis como yo buscamos con ansia diariamente. Sin más preámbulos, os pongo el título del artículo para que os solacéis a gusto:
"Las heces de pájaros amenazan los ríos"
El periódico en el que aparece esta joya es La Nueva España, el diario de mayor tirada de Asturias, y que ha sido una fuente de inspiración para este curso durante los últimos años. Conocidos son sus artículos madreñísticos en busca del pariente asturiano perdido y no menos los dedicados al terror animal, publicando con frecuencia noticias sobre lobos y osos voraces, abejas asesinas o medusas que aterrorizan bañistas y arruinan el verano asturiano. Hoy han tratado otro de sus temas favoritos y se han hecho eco de una nueva protesta de los pescadores deportivos, que agotados los argumentos para exigir al Principado de Asturias la completa aniquilación de los cormoranes grandes, que según ellos son la causa principal del deterioro de los cauces fluviales y de la desaparición de los salmónidos, se han sacado un As de la manga para atemorizar a los ciudadanos y de esa forma meter más presión a los políticos: Los pájaros cagan en el Río Caudal y su mierda es más peligrosa que una excursión de gremlins en un aquapark.

Según los pescadores los pájaros cagan, y además cagan mucho y sus excrementos pueden producir graves enfermedades a la población.
Empezando por el primer argumento, que un pájaro cague es algo normal para un vertebrado ectotermo de la clase Aves, ya que culmina la digestión expulsando por la cloaca los residuos sólidos y líquidos que no han sido absorbidos por su aparato digestivo. Que un pájaro no cague solo podría explicarse de dos maneras: o está estreñido o está muerto. Teniendo en cuenta la dificultad que entrañaría para la Administración proporcionar una dieta astringente a todos los cormoranes, garzas y patos del Río Caudal, la única solución pasa por matarlos a todos y de esta forma atajar el problema de raíz.
En cuanto al segundo argumento, los pescadores afirman que tienen un informe que alerta sobre las enfermedades que pueden transmitir las heces de las aves. Cierto es que los excrementos de las aves pueden transmitir enfermedades, casi tantas como las que pueden transmitir el resto de animales, incluidos los seres humanos que pueblan la cuenca del Caudal, aproximadamente unas 109.300 personas según el censo de 2010. Cabe señalar que casos de intoxicaciones masivas por excrementos de aves en los ríos no hay ninguno, pero casos de intoxicaciones por residuos humanos en los ríos, no solo por excrementos sino por todo tipo de residuos domésticos hay muchos.

En la foto anterior se puede observar a un ave acuática, un martinete (Nycticorax nictycorax), que seguramente haya cagado sobre la montaña de residuos humanos en una orilla del Río Nalón, en el que vierte sus aguas el Río Caudal. Como se puede apreciar en la imagen, el verdadero problema para los habitantes de esta cuenca fluvial es la caca del pájaro.
Lo cierto es que teniendo en cuenta que según las estaciones de aforo situadas en el río Caudal, el aporte anual medio de este río es de 165,46 Hectómetros cúbicos de agua (o sea, 169489 millones de litros) y el caudal medio anual supera los 4000 litros por segundo, los excrementos de las aves estarían tan disueltos que su presencia en el agua sería indetectable, por lo que la amenaza que representan es inexistente.
Por lo tanto, teniendo en cuenta que el objeto de este curso es analizar el contenido periodístico de la noticia para añadir un poco de rigor a la misma, el titular que propongo para este artículo, teniendo en cuenta la obviedad que implica que un pájaro haga la digestión y cague, es:
"En el río hay pájaros"
De todas formas, como parece que la intención del autor y de sus informantes es atemorizar a la población, le recomiendo que en el texto aumente el espectro de atrocidades que pueden cometer los animales salvajes en el río y que incluya no solo a las aves, sino también a peces, mamíferos, peces, anfibios, reptiles e invertebrados que pueblan sus aguas. Todos ellos cagan varias toneladas de excrementos al año, y aún más, una vez que dejan de cagar se mueren y sus cadáveres viajan aguas abajo mientras se van pudriendo y descomponiendo. Aún así, y como el objetivo de un titular es que sea escueto e informativo a la vez, el titular que le recomiendo es el siguiente, 
"La mierda de pájaro mata"
Tenga en cuenta el lector que el mensaje además de escueto es doblemente informativo, ya que la palabra mierda puede ser interpretada como sustantivo (=excremento) pero también como calificativo del pájaro, dándole así el carácter peyorativo que se pretende, ampliando de esa forma la actividad criminal del ave a todo su rango de actividades, no solo a la defecatoria.
Por otra parte, y habida cuenta del gravísimo problema de salubridad que parecen representar los pájaros para este colectivo, recomendaría darle la mayor difusión posible a este eslogan, incluyéndolo en carteles, pancartas reivindicativas, grafitis,  e incluso en cajetillas de tabaco para dejar claro que sus efectos nocivos pueden equipararse a los de esta sustancia.

Una vez que el autor haya revisado su artículo incorporando estos ligeros cambios, si es que los encuentra adecuados, le recomendaría que investigara más en profundidad el tema de los excrementos de las aves acuáticas, porque puede que se lleve una sorpresa, ya que estos excrementos, lejos de ser un problema son un auténtico maná para muchos ecosistemas. 
Los excrementos de los cormoranes son importantes fuentes de fósforo, que se incorporan a los ecosistemas aumentando la productividad de los mismos, de hecho, una especie de cormorán, el Cormorán guanay (Phalacrocorax bougainvillii) es la pieza fundamental de la industria guanera de Perú, una de las mayores fuentes de riqueza de este país, que extrae los excrementos solidificados (Guano) de las colonias de aves marinas y que se venden como fertilizantes y abonos. 

En resumen, los excrementos de las aves se incorporan a los ecosistemas, al igual que los restos de animales muertos en un proceso natural que ha ocurrido siempre, por lo que los pescadores, si tan preocupados están por la salud de los ríos y de la población que habita en su entorno, deberían hacer un mayor hincapié sobre los verdaderos problemas y no en las aves, ya que son muchos y variados: canalizaciones, escolleras, destrucción de bosque de ribera, contaminación urbana, contaminación industrial, vertidos de sangre de mataderos en el mismo Caudal,  sobrepesca, etc.
Por último y teniendo en cuenta que el artículo original de La Nueva España es sólo para suscriptores, os adjunto a continuación una foto del artículo para que podáis contrastar la información por vosotros mismos.

Para poder leerlo, haced clic sobre la imagen para verla a mayor tamaño. Por cierto, a los pescadores también les recomendarían que no gasten tanta energía en alentar a la Administración para que extermine a los cormoranes grandes, ya que lo lleva haciendo durante los últimos años con gran eficiencia.