Al hilo de una charla que ha surgió hace algún tiempo en las RRSS sobre la correcta pronunciación de Tsintaosaurus, que según algunos debería ser “Ching-Dao-saw-rus” y no “Sin-taoh-saurus”, en tanto el nombre deriva de la ciudad de 青島 Qingdao [1], y puesto que los paleontólogos/as del “País del centro” (中国 Zhongguo) han revolucionado la disciplina en los últimos tiempos gracias a sus hallazgos de terópodos emplumados, hemos comprendido que existe cierta necesidad entre los estudiosos de los dinosaurios de adquirir unas nociones básicas de mandarín por lo que, siguiendo nuestra vocación de servicio público, en el siguiente módulo de nuestros cursos de verano vamos a intentar arrojar algo de luz sobre este bello e importante idioma (el más hablado del mundo tras el inglés).
Tono 1: Se pronuncia elevando el tono de la voz y se representa con una raya horizontal, como en 獅 Shī (león).
Tono 2: Se pronuncia de modo ascendente (como si preguntáramos algo) y se representa con una línea ascendente, como en 石 Shí (piedra).
Tono 3: Se pronuncia descendiendo y ascendiendo sucesivamente y se representa con un pequeño semicírculo, como en 使 Shǐ (hacer que).
Tono 4: Se pronuncia de modo descendente y se representa con una línea... descendente, claro, como en 士 Shì (sabio, soldado).
Esto ya permite unas cuantas combinaciones, pero ahí no termina la cosa y lamento decir que una misma sílaba con un mismo tono puede escribirse de formas distintas... Sí, amigos, a veces los chinos se escriben en el aire cuando una palabra no queda clara por el contexto y pudiera existir alguna mala interpretación.
De manera que no basta con saber pronunciar los tonos, también es necesario conocer los caracteres chinos o 汉字 hanzi (las “letras de los han”). Para tratar de facilitar su conocimiento –antaño reservado a los escribanos-, en la segunda mitad del siglo pasado el gobierno chino emprendió una tarea de simplificación (p.ej.: antes 汉 Han se escribía 漢). Existen casi cincuenta mil hanzi, aunque se considera que la plena alfabetización se alcanza con “sólo” tres o cuatro mil. Aún así supone una ímproba tarea y podría explicar por qué los chinos tienen los ojos rasgados y todos los estudiantes extranjeros de chino llevan gafas.
En cualquier caso, los hanzi no deben asustarnos. Muchos de ellos son verdaderos pictogramas que representan gráficamente su significado y son fácilmente asimilables. Veamos un ejemplo: 人 (rén) significa “hombre” y es lo que cualquiera haríamos con dos dedos para representar a un ser humano andando. Bípedo erguido=Hominino (que no se nos olvide que estamos en un curso para paleontólogos/as). Pues bien, para expresar “grande” con mímica seguramente todos abriríamos los brazos de par en par, esto es, 大 (dà). 犬 (quǎn) significa perro y, aunque sin duda se trata de mi propia interpretación, me sugiere que un perro grande nos hace sudar una gran gota de miedo. Esta palabra se ha transformado en el radical (una parte que se repite en muchos hanzi de significado o pronunciación parecida) que aparece a la izquierda en muchos nombres de animales, como 猪 zhū (cerdo), 猫 māo (gato –facilísima de recordar ya que se pronuncia como un maullido-) o uno que ya conocemos, 狮 shī (león).
Un hanzi fundamental para cualquier paleontólogo/a es 龙 lóng (dragón). Los dragones son unos seres benefactores en la mitología oriental, a diferencia de los terribles dragones de los mitos nórdicos. La mayoría de los nombres de dinosaurios (恐龙 Kǒnglóng) se forman con este sufijo, que equivaldría a “saurio”.
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[1] Tsintao es una forma antigua de romanización. Lo cierto es que Tsintaosaurus es una occidentalización del hanzi 青岛龙属, que se lee Qīngdǎo lóng shǔ [ching-tao-long-shu], aunque podría decirse simplemente 青岛龙 Qīngdǎo lóng, esto es “el dragón de Qīngdǎo”. [2] Más o menos parecidas a las chinas, cuya “e” estaría a medio camino entre “e” y “o”, y que también cuentan con una “ü” similar a la alemana. [3] La “d” de los silabarios romanizados con los que suele transcribirse el chino es una “t” suave, frente a la “t” mucho más plosiva china; la “b” sería una “p” suave y la “p” china una muy plosiva; la “g” china se pronuncia como la “c” de “cosa” y la “k” es mucho más plosiva; la “h” china es aspirada como la inglesa, del mismo modo que la “j” se pronuncia como en “jeep”; la “q” sería una “ch” suave y la “ch” china sería mucho más plosiva; la “z” sería una “ts” suave y la “c” otra muy plosiva; la “x” sería una “sh” suave y la “sh” equivaldría a la inglesa; quizá la más difícil sea la “r”, que se pronuncia entre “ll” y “sh” y debe vibrar. No ofrecerían problemas a un hispanohablante la “f”, la “m”, la “n”, la “l” o la “s”, mientras la “w” y la “y” son también semiconsonantes.