INGREDIENTES
120gr. de cuscús de cocción rápida
400ml agua
sal
Mantequilla
1 Cebolla
Dátiles (yo en su lugar pasta de dátiles)
Azúcar
1 pechuga de pollo
Especies (canela, pimentón, jengibre, pimienta negra, comino...)
miel
Aceite de oliva
ELABORACIÓN
Ponemos en una cazuela el agua, con un poco de mantequilla y sal. Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y echamos el cuscús. Dejamos reposar unos minutos hasta que haya absorbido parte del agua.
Después, echamos unos trozos de mantequilla, volvemos a poner al fuego y con un tenedor removemos hasta que la sémola quede blanda y seca. Si es necesario echaremos un poco más de mantequilla para que el grano quede suelto. Cada caja de cuscús trae su modo de preparación, así que leer en la vuestra la cantidad de agua y mantequilla que necesitéis por cada ración de cuscús.
Por otra parte, pelaremos la cebolla, la cortaremos en juliana y la echaremos sobre una sartén con un poco de aceite de oliva. Espolvorearemos encima un poco de azúcar y le pondremos encima unos daditos de mantequilla.
Taparemos y dejaremos que la cebolla se vaya ablandando y cocinando. Cuando quede transparente, le echaremos los dátiles troceados, yo en su lugar le he echado unos dados de pasta de dátiles.
Dejaremos la sartén destapada para que la cebolla vaya caramelizando y la pasta de dátiles fundiéndose. El el último minuto añadiremos una cucharadita de miel.
Para la pechuga, la condimentaremos con la sal y la mezcla de especies y la doraremos poco a poco en la sartén con un chorrito de aceite de oliva para que se haga bien por dentro. La mía era pequeña.
La sacaremos a una tabla y la cortaremos en rodajas finas para colocar encima del cuscús.
A la hora de servir, cogeremos la cazuela de barro, le pondremos el cuscús y el pollo encima, espolvorearemos con un poco de canela y con una brocha, le daremos con la miel un poco de brillo al pollo. Finalmente le colocaremos la cebolla caramelizada con los trocitos de dátil.