POR CARLOS ROMERO- Coordinador del Área de Historia del Sevilla FC
A algunos, y no precisamente sevillistas, les llama la atención en qué forma contamos la Historia. Posiblemente preferirían que escribiésemos extensas teorías insufribles que seguramente tendrían rigor, estarían bien documentadas, profundizaría en la revisión histórica pero carecería del objetivo principal, seamos claros, que es difundir dicha Historia entre el sevillismo. Las formas son fundamentalmente necesarias, esto es algo que se conoce en periodismo perfectamente, mantener la fluidez entre el comunicador y el receptor debe ser fundamental.
Revisar la historiografía del fútbol sevillano era una necesidad sencillamente porque esta no se sostenía por sí sola. Nuestro pasado sevillista nos lo estaban contando otros a su conveniencia, dibujando un panorama blanquirrojo verdaderamente desolador, donde la trampa, el poder y la mala baba imperaban frente al desfavorecido equipo del pueblo, simpático y dicharachero, que por mucho que luchase y se levantase cual Ave Fénix, no conseguiría jamás superar la gran muralla del poder sevillista. Había llegado a tal situación que incluso gran parte del sevillismo comenzaba a creer en esta versión, sencillamente porque estaba estandarizándose y calando en los cimientos de la sociedad sevillana. Los sevillistas no se interesaban en la historia, y probablemente esta sería una de las causas, una historia tan fea y desfavorecedora que ¿para qué interesarnos en la misma?
La historia había adquirido tintes de propaganda, un arma arrojadiza contra el sevillismo de la que había que zafarse cuanto antes. Los voceros en forma de periodistas como los Peris, Burgos, Fernández, Olmedo, Herrera, y otros tantos y tantos a lo largo de los años, profundizaban en estos tópicos y campaban a sus anchas con la divulgación del pasado tergiversado y claramente a su favor. Pero todo esto tuvo su detonador dando un paso más allá para intentar herir aún más al sevillismo, cuando el historiador oficial del centenario bético apareció en una televisión local para hablar de la fecha fundacional del Sevilla FC. De aquellos polvos estos lodos que hoy tienen que tragar y ya saben cómo acabó el interfecto intelectualmente.
Así, tan solo con ese estilo han querido justificar tanta desgracia junta y tan continuada durante décadas y décadas de su club a la sombra del grande de Andalucía, manteniendo la llama de la victoria moral frente a la real, conseguida con subterfugios y engaños. Era necesario por su parte inyectar en el subconsciente colectivo que el verdadero campeón era el equipo de verde, pero que era robado y humillado de alguna forma por el poder tramposo, político, económico e institucional del rival. Curiosamente estos personajes no se atreven tanto a aventurarse, y desde hace tiempo ya, a dictaminar sobre cuestiones históricas de pacotilla como las que describimos, entre otras cosas porque saben a lo que se exponen, y esto es la documentación que apoya las teorías. Sin esto serían reducidos a “cantamañanas” en vez de periodistas.
Como comprenderán esta versión sui generis y victimista está condenada a desaparecer, el dotar al sevillismo de herramientas para hacerles descubrir la máxima de que la gloria no estuvo en otro lugar más que entre su filas desde siempre, comienza a dar sus resultados y las nuevas tecnologías han jugado a nuestro favor, no ya por el hecho de la difusión en sí misma, sino por la propia investigación en los hechos que ha desvelado cuestiones que antes eran imposible de descubrir por los medios existentes. No sería posible –por ejemplo- saber que el Sevilla FC jugaba todas las Navidades a finales del siglo XIX, si no hubiésemos encontrado un periódico en Nueva Zelanda que lo confirmara. Por lo tanto estas tecnologías han sido letales ante tanta falacia y acritud, sencillamente porque no pueden demostrar lo contrario, ya que no poseen documentos que la respalden.
“La era del bulo, la mentira interesada y la inquina, pasaron a la historia frente a una versión totalmente documentada”
De esta forma igualmente prevenimos que en el futuro manipulen la historiografía y la fórmula es contarla tal cual sucede, sin trampas ni cartón, sencillamente porque invitamos a la necesidad de escribirla ejerciendo como notarios de la realidad. La profusión de medios que como grupo se han conseguido superaron todas las expectativas. Un blog como La Palangana Mecánica con una capacidad de penetración en el espectro tanto sevillista como bético internauta ha sido importante, quizás precisamente por su estilo, por no ser precisamente un espacio neutral, sino muy posicionado en una de las partes, lo cual no quiere decir que haya perdido un ápice objetividad cuando de cuestiones históricas puras se ha tratado.
Unos programas de radio que han sido exitosos a lo largo del tiempo, llegando a tener una audiencia importante y más tratándose de Historia; las conferencias, jornadas, publicaciones y la participación en otros medios de comunicación, han permitido que el sevillismo esté mucho más interesado en su historia que hace algunos años, es algo que percibimos, y sobre todo lo más importante: hemos dotado al sevillista de herramientas para que no sean engañados nunca más, no sabemos si lo habremos conseguido, pero la intención es muy clara y ahí están.
Este es un proyecto que tiene más de 10 años y que comenzaron personas como Agustín Rodríguez y Juan Castro motu propio, con otro estilo quizás, al que nos fuimos incorporando otros poco a poco y que nada tenía que ver con el club realmente. La institución va asumiendo poco a poco la necesidad de profundizar e integrar más un departamento de historia como parte fundamental de la marca, como así lo van entendiendo otros clubes, de la misma forma que en un club profesional de estas características y grandeza es impensable sin un equipo de marketing, un departamento de comunicaciones, incluso de instalaciones. El club ha dado pasos importantes en este sentido como es la creación del Área de Historia, aunque queda mucho camino por recorrer, estamos inventando algo que no ha existido nunca en ningún otro lugar. Por otro lado hoy es fundamental, especialmente en un club de la antigüedad del Sevilla FC, tener abierto cuanto antes un museo a la altura necesaria que dote de identidad histórica al sevillismo, y por tanto de profundizar en su idiosincrasia, sencillamente como un elemento retroalimentador de la afición para terminar de poner en valor el Sevilla FC histórico tan denostado por otros. No obstante en ello estamos, no es fácil de asimilar, pero trabajamos para ello y el club abre su mente colectiva a estas cuestiones y colabora activamente.
No teníamos otra opción que la de llamar la atención de alguna forma. Necesitábamos tener un estilo transgresor y que llamase la atención en un mundo donde realmente se lee poco, pero al que debíamos enviar mensajes claros, certeros, contundentes y sobre todo regeneradores del daño recibido. Corríamos el riesgo de perder la credibilidad, pero en caso contrario habríamos perdido la capacidad de contar lo que queríamos. Nada que perder por tanto. Era necesaria una discriminación positiva para que la revisión histórica llegase a tomar forma.
“Nosotros pretendemos contar una historia certera y documentada, que ellos comiencen a contar la suya sin apoyarse en las habladurías de la barra de un bar”
Por lo tanto que nadie nos hable de “estilo”, otros saben mucho de eso. Aún queda trabajo por hacer, el sevillista debe implicarse más. Cuando decimos que ‘Guardianes de la memoria’ somos todos, queremos decir que es necesario que entre todos divulguemos la historia que más gloria ha traído a esta ciudad y a Andalucía.
Que nadie te cuente trolas, hoy difícilmente pueden hacerlo.