¿Os imagináis iros de vacaciones con vuestra familia a un pueblecito de la costa brava y acabar involucrados en una ancestral lucha para salvar al mundo de una era de oscuridad? Esto es lo que le ocurre a David, uno de los protagonistas de “Custodios”, una novela juvenil de género fantástico escrita por José María de Arquer.
El autor de “Custodios” crea un mundo fantástico compuesto por dos bandos. Por un lado tenemos a los custodios, personajes que viven debajo del mar, parecidos a los tritones y las sirenas (aunque con diferencias), encargados de velar y proteger una esfera que contiene en su interior toda la bondad del ser humano. Por otro lado están los llamados tenebrosos u oscuros, quienes con la ayuda de los frumentarios, una especie de zombies, intentarán hacerse con la esfera para destruirla y así dominar un mundo bajo las tinieblas. Esta peculiar lucha, que perdura durante siglos, se ha mantenido al margen de los seres humanos, a excepción de un puñado de personas encargadas de velar por el secreto de los custodios, encabezada en la actualidad por el anciano Don Luis del Faro, uno de los supervivientes de un enfrentamiento entre custodios y tenebrosos llevado a cabo en el Faro de Frannan, dando así el autor su peculiar explicación del misterio real sobre la desaparición en 1900 de los encargados del Faro de la pequeña isla de Eilean Mor (Escocia).
En el 2009, año en el que se desarrolla la acción de la novela, Don Luis del Faro tiene más de 100 años y lidera ese pequeño grupo de personas que ayuda a los custodios a guardar su secreto en El Port de la Selva. David, un joven que se va de vacaciones a este pueblo costero con su familia, es testigo, durante un paseo nocturno, de un enfrentamiento entre un custodio y un tenebroso. A partir de ahí se verá involucrado en esta peculiar lucha entre el bien y el mal, y contará con la ayuda del pequeño Gabriel, otro de los protagonistas de la historia, natural de El Port de la Selva y amigo de Don Luis del Faro. La familia de David también se verá involucrada en esta historia, sobre todo su hermana pequeña Lucía, y sus primos Santi y Lucas, quienes serán los encargados de poner el toque de humor a la historia.
Uno de los puntos a destacar de la novela es su narración. La historia se narra en tercera persona, pero un mismo acontecimiento es descrito desde puntos de vista diferentes, ya que en la novela se forman distintos grupos de personajes, y así las escenas se solapan y se van enlazando unas con otras de modo que la historia fluye a la perfección y el lector no pierde detalle de nada.
José María de Arquer ha sabido construir para “Custodios” un mundo fantástico, cuyas piezas y personajes encajan a la perfección en una historia cuya tensión se mantiene hasta el final, y que mezcla esa fantasía con lo más mundano. En este novela juvenil no solo somos testigos de una lucha entre el bien y el mal con toques fantásticos, otros temas como el amor, sobre todo el imposible protagonizado por el joven David y la custodio Lis; la deslealtad; la amistad verdadera; la decadencia y miseria humana, encarnada en la viuda de Verdera; y la unión de la familia, componen esta historia veraniega, ideal para leer en esta época del año.