Cut Copy se reduce a su forma más pura, un trabajo secuenciado de manera elegante hasta más o menos la mitad del disco y luego se pierde en el detalle, la experimentación pop, los (a mi juicio) totalmente innecesarios quince minutos de Sun God. Mezclado por Ben Allen (Deerhunter, Animal Collective, Gnarls Barkley), la colección de temas muestra voluntad de explorar un sonido global sin dejar de estar dedicado al dance.
Zonoscope se deja llevar por el ventarrón ochentero que recorre la escena indie, algo que no comulga para nada con la manera de consumir música por la que hemos optado en este siglo. La capacidad de saturación crece y la falta de atención se convierte en moneda de cambio. La red es efímera.
El trabajo lo abre Need You Now, una espiral hacia arriba, ansiedad hasta y por el clímax, catarsis hipnótica. Electrónica sobre andamios pop que desemboca en Take Me Over, ritmo tropical casi irresistible que nos deja en la puerta de Where I’m going, un regalo para los buscadores de sonidos escondidos. Pharaohs & Pyramids tiene todos los ingredientes necesarios para llenar una pista de baile, tema con denominación de origen, deep House y jitazo a punto de estallar. Esto tendrá su continuidad hasta Strange Nostalgia for the Future, a partir de ahí se abre un precipicio pop ya conocido por todos.
Zonoscope se mueve inquieto bajo la sombra de In Ghost Colours, y es cierto que no escapa del todo de ella, sufre –tal vez- el síndrome del tercer disco pero el resultado deja entrever que con toda seguridad podremos disfrutar de un potente directo en algún festival veraniego.
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