A veces nos llegan tarde auténticos novelones (1976) , como en este caso , y te cuesta entender el retraso cuando a diario se publican infinidad de bodrios. Esta novela es dura pero te sujeta fuerte y a pesar de su dureza te apetece seguir leyendo. La historia es la de la relación de dos amigos, Cutter con tendencia autodestructiva y Bone desertor del sistema que abandonó familia y trabajo para convertirse en buscador de maduritas que paguen alguna propina e inviten a alguna cena en compensación de unas magníficas prestaciones sexuales. Dicho claramente; un gran semental, el cual se pasa la mayor parte del tiempo sin blanca y parasitando a su amigo Cutter, que como inválido de guerra disfruta de una pequeña pensión y además tiene una pareja que se resiste a abandonarlo y que se mantiene enganchada a los tranquilizantes para aguantar el tirón de mediocridad. Hasta aquí todo más o menos normal si tenemos en cuenta que estamos en California en plena época hippy y con miles de veteranos destrozados, física y mentalmente, gracias a la guerra de Vietnam. El problema comienza cuando Bone ve, una noche, a alguien desembarazándose de algo que parecía unos palos de golf y que resultó ser el cadáver de una chica de la que sólo se veían los pies saliendo de un contenedor de basuras. Entonces comienza la aventura de indagar sobre el asesinato. Para Cutter es un estímulo extraordinario que le justifica seguir vivo, para Bone un lio en el que no tiene interés pero al que se ve arrastrado por su amigo. Las consecuencias de sus pesquisas, muy bien contadas, no tendrán unos resultados muy favorables , pero si aleccionadores para saber cómo funcionan las cosas y quien las controla . Magnífica novela. No te la pierdas.Remitido por Pucho Méndez