Hablar de Cyanide and Happines (Cianuro y Felicidad) es hablar de hasta dónde puede llegar el humor más basto, y superar ese límite con el mayor número de animaladas que dejan la educación no en la puerta si no en casa de su abuela para poder soltar lo que les parezca. Y lo malo es que no puedes parar de reír.
El chiste es infantil, cruel, pero tiene punch, te ríes, pero si encima lo dibujas con dos monigotes aún ríes más. Y eso es lo más grave ¡Son dos monigotes!, pero te da igual, porque esa estética simple y sencilla, da aún más validez a reírte de una animalada semejante.
Porque Cyanide and Happiness es simplemente la imaginación llevada al poder, es inteligente, no es fácil hacer tiras cortas que tengan semejante impacto, está bien planteado, un dibujo detallado, serie, con estilo, habría restado valor al chiste, o habría resultado a un más hiriente. Un garabato no duele tanto.
Porque si Cyanide and Happiness no existiera tendríamos que crearlo, sólo para reírnos, para oír como a mucha gente le resulta ofensivo en extremo, quizás para decir nosotros mismos que es un horror, pero lo vemos en secreto y nos partimos de risa con él.
TV por cable, canal Comedy Central. Porque a veces, ser feliz, es sólo reír...