Cyrano; Pasión anestesiada

Publicado el 12 marzo 2022 por La Henryteca @LaHenryteca
Por Victor Fernández.

Cyrano (Joe Wright, 2021) aterriza como la primera adaptación musical al cine de la célebre obra teatral de Edmond Rostand. Pasión, amor... Una saturada galería de colores que intenta evocar a aquellas películas clásicas desbordadas de pasión y romanticismo, pero que, sin embargo, no consigue levantar nunca el vuelo.La famosa obra de Edmond Rostand atrajo al cine desde sus inicios. Tanto es así que, allá por 1900, Cyrano de Bergerac se convirtió en la primera película rodada en color y con sonido. Apenas tres años después de su estreno sobre las tablas, el mismo Benoit Constant Coquelin (actor que inauguró el personaje), nos ofrecía dos minutos de interpretación, dirigidos por el fotógrafo y director de cine Clément Maurice, donde podemos ver representada la famosa escena del duelo.A pesar de sus limitaciones, la corta película ya dejaba constancia, no solo de la popularidad de la obra, si no también de sus posibilidades cinematográficas. Adelantándose casi 30 años a la aparición comercial del sonido en el séptimo arte, la importancia de la palabra de Cyrano de Bergerac y su universal canto al amor y la belleza, provocaron la experimentación y el riesgo.
Riesgo que, sin duda alguna, siempre ha contenido el libreto de Edmond Rostant. El dramaturgo llegó a reunir a sus actores unos minutos antes del estreno de la obra para pedirles perdón por involucrarles en tan complicada representación. Escrita en verso, Cyrano de Bergerac parte de la figura real del brillante poeta y hábil espadachín de mismo nombre que desarrolló su carrera de manera coetánea a Boileau o Molière.Incapaz de declarar su amor por Roxane, debido a su agudo sentido del ridículo, su fealdad y su susceptibilidad, Cyrano expresa su sentimiento a través de Christian, el apuesto soldado a quien ella ama. Cyrano es jactancioso y fanfarrón, de genio vivo pero a la vez ingenioso e irónico, noble y orgulloso. Ya que su amada ama a otro, él ayudará a su rival escribiendo en su nombre apasionadas cartas de amor.
Tras brillantes y laureadas adaptaciones como las de Michael Gordon (Oscar a José Ferrer por su interpretación incluida) o Jean-Paul Rappeneau (capitaneada por Gérard Depardieu, de lejos la más conocida y premiada) la nueva incursión en la obra de Rostand ha levantado interés, principalmente por su cambio de rumbo en la representación de las figuras principales de la película.La gran nariz que daba fama al protagonista, y que provocaba su inseguridad para declarar su amor hacia Roxane, deja paso aquí a una inseguridad por la altura, construyendo una defensa de los cuerpos no normativos. El actor Peter Dinklage, conocido por su papel de Tyrion Lannister en la serie Juego de tronos, se mete en la piel de este nuevo Cyrano que, sin duda, pretende ensalzar valores sociales de gran importancia. Del mismo modo que ocurre con el personaje de Christian, el mosquetero del que se enamora Roxane, que por primera vez está interpretado por un actor de raza negra ( Kelvin Harrison Jr.).Sin duda, las intenciones son buenas. El altavoz de la cultura para ciertos cambios de valores es una herramienta de mucha fuerza, pero el problema es que todo acaba convirtiéndose en discurso, ideología y censura. La exaltación de ciertos valores se ha convertido en una maquinaria de marketing tan poderosa que la verdadera lucha ha dejado paso al consumismo, a la rentabilización de las reivindicaciones. Así como a una falta de originalidad alarmante...
En este caso, nos encontramos ante un personaje real (muchas veces ficcionado, lo que ya desencadena una desnaturalización de la realidad de este) que, sin embargo, alcanza aquí una cota más allá. Cyrano nunca sufrió de acondroplasia (desgraciadamente en el siglo XVII hubiese tenido muy difícil, por no decir imposible, la entrada en el cuerpo de mosqueteros) y aunque la interpretación de Dinklage muestre su talento como actor (las emociones que exhala el rostro de este Cyrano son transparentes y dolorosas) la película no puede dejar de verse como una integración demasiado forzada.El cambio de paradigma físico no solo provoca la pérdida de alegorías tan interesantes como la de la nariz, si no que la apuesta visual no proclama ningún refuerzo a su discurso. La película se muestra como una alarmante máquina impersonal donde la priorización de planos medios y planos cortos -muchos son los planos cerrados que provocan que los personajes no se sitúen casi nunca en un entorno narrativo donde construir la realidad de la ficción, como ocurre en las películas musicales de Tom Hooper- acaba produciendo la sensación de una puesta en escena sublimada al plano-contraplano.
Aunque Cyrano sea una historia encuadrada, como último fin, en lo íntimo y emocional de sus personajes, el entorno y la interacción con él es de máxima importancia. La cinta arranca de manera interesante jugando con el encierro de Roxane (un apunte feminista sobre la libertad de la protagonista de elegir su camino y destino) a través de los reflejos de una ciudad que Roxane ve solamente a través de las ventanas (primero de su cuarto y después del carruaje que la lleva hasta el teatro).En este lugar, escenario de representaciones, se dan por primera vez los encuentros entre los personajes principales. Una mirada enamorada, un duelo de espadas... El escenario está bien elegido y ahí mismo se reparten los papeles. También deja clara su intención de ser una adaptación que juega con el artificio, con los escenarios teatrales y antinaturales. Esto beneficia a la idea de romantización, así como se acerca más fielmente a su base original. Eso sí, a partir de aquí, todo lo que se refiere a lo cinematográfico se siente en exceso endeble y de poca aportación.La puesta en escena es poco enérgica. Los números musicales se sienten algo desincronizados de la trama, no fluyendo las canciones ni los pequeños grupos de baile. Apenas dos canciones consiguen ser recordadas, mientras el resto del conjunto se eleva hacia un romanticismo algo marchito y calculado. Se echan en falta mejores momentos, así como un interés mayor por aquello que rodea a los personajes y que conforman su mundo narrativo. Estos acaban mostrando nula química, en especial por su tratamiento dentro del plano: el montaje es de una velocidad excesiva, lleno de cortes y planos individuales que no nos permiten ver juntos en pantalla a los protagonistas más allá de cinco segundos.Cyrano no resiste a su vuelta de tuerca. Se echan en falta los diálogos en verso que aportaban a la obra su originalidad y potencial romántico. Estos se sustituyen por canciones que, sin embargo, nunca juegan con las alegorías ni permiten establecer comparaciones con las cartas que sirven de hilo a las pasiones de sus personajes. Por desgracia, un musical de florituras poco representativas que será recordado únicamente por la fuerte interpretación de Peter Dinklage.

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    • ##check## Lo bueno
      • La fuerza expresiva del rostro de Peter Dinklage.
    • ##times## Lo malo
      • Desnaturaliza el relato original sin aportar nada nuevo ni sustancioso.
        La dirección es poco personal y provoca un musical desincronizado e impersonal.

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    • Ambientación 5.5
      • Tiene paisajes imponentes, pero pocas veces son aprovechados. Juega al artificio, pero lo aprovecha poco, dándole un segundo plano, la mayoría de las veces, que no debería ser así.
    • Desarrollo de Personajes 4.5
      •  Cyrano tiene un arco, procedente de la historia original, de cierta emoción y potencia. Sin embargo no está bien tratado en su relación con el resto de personajes, que quedan algo desdibujados. Nunca hay química con el personaje de Christian.
    • Argumento / Guion 4.0
      • El cambio de los diálogos en verso por canciones y diálogos en prosa es fallido. Nunca estos consiguen alcanzar la emoción romántica de la idea original.
    • Banda Sonora 5.0
      • Acaba dando rabia que no explote todo su potencial. Apenas dos canciones se recuerdan al salir de la sala y el resto actúan con una base demasiado pop para la historia.
    • Entretenimiento 6.0
      • Cierto es que la película pasa rápido y tiene cierto ritmo, acentuado por un montaje excesivamente veloz que deja poco espacio al reposo.
    • Montaje / Innovación técnica 5.5
      • Una película que se siente igual que muchas otras, sin nada que ofrecer en lo visual y con un montaje excesivamente arrítmico y pasado de acelerador.
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    • Puntuación Total  4.5 / 10

Trailer: Fuente Imágenes: Universal Pictures España