Un fenómeno que arrasó la taquilla francesa con más de 25 millones de euros recaudados ha sido la responsable de inaugurar el Festival de Cinema de Autor de Barcelona. Así es, una comedia dramática con más de dos horas y media de duración dirigida por un reputado actor reconvertido a (gran) director y protagonizada por Marion Cotillard fue la elegida para dar el pistoletazo de salida al certamen independiente. Aunque parezca todo lo contrario, se trata de una excelente decisión que situó"Pequeñas mentiras sin importancia" como inmejorable prólogo a dos excelentes miradas de culto destinadas a deleitar los más exigentes paladares. ¿Razones? Hablamos en clave D'A.
PEQUEÑAS MENTIRAS SIN IMPORTANCIA
¿Quién está detrás?
Guillaume Canet, actor reconvertido a (gran) director cuya breve pero interesantísima obra merece ser destacada. Tan sólo dos películas, entre las que destaca especialmente el contundente e intenso thriller "Tell no one" (César al Mejor Director), son más que suficiente para que se espere con una gran expectación "Little white lies," tercer film con el cual ha arrasado en su Francia natal.
¿Quién sale?
La diva francesa Marion Cotillard, el aprendiz de piano Benoît Magimel, el doble francés de Dustin Hoffman, François Cluzet y Gilles Lellouche entre otros inminentes cuarentones en crisis
¿Qué es?
"Los amigos de Peter" + "A propósito de Elly"
¿De qué va?
Un grupo de treintañeros decide seguir adelante con su plan anual de inaugurar el verano en una casa en la playa a pesar de que uno de sus amigos se debate entre la vida y la muerte. Poco a poco, el sentimiento de culpa y las pequeñas mentiras con las que cada uno de ellos esconde sus secretos, desvelan una realidad distinta en la que se hallan en juego la sinceridad, el compromiso y la incapacidad de olvidar los pequeños dramas personales entre amigos que no se escuchan.
¿Qué ofrece?
La (a)típica comedia dramática que los 'yankees' jamás podrán rodar. Un drama intimista y pausado que bascula sin prejuicios entre las risas y las lágrimas sin excesos ni aditivos almidonados incluídos. Una mirada fresca, dinámica, con un gran sentido del humor y con enorme profundidad en el retrato de una generación de burgeses treintañeros, supuestamente amigos, que no son capaces de mirar más allá de sus ombligos. Sus estupendas Interpretaciones, sus hilarantes gags y la omnipresencia de una atronadora banda sonora que va desde Bob Dylan a David Bowie, hacen de "Pequeñas mentiras sin importancia" una estupenda película 'apta para todos los públicos'. Sus más de dos horas y media de metraje únicamente se ven empañadas por un innecesario giro dramático que, sin embargo, no evita que abandonemos la sala con la sensación de haber asistido a un excelente retrato generacional. En resumidas cuentas; una película idónea para inaugurar un festival idóneo.
COLD FISH
¿Quién está detrás?
Director de culto indiscutible y reconocido icono surgido del cine underground japonés, Sion Sono ha traspasado las fronteras del cine de género por su radicalidad, su desbordante creatividad, su insobornable compromiso ético con una forma de hacer cine y su indiscutible capacidad para crear imágenes emblema de su tiempo. Desde su salto a la fama internacional en 2002 con ese hito que es "Suicide Club", no ha dejado de estar presente en los festivales internacionales con una mezcla salvaje de géneros donde abarca desde la comedia hasta el erotismo pasando por elementos como espadas samurai, traumas infantiles, familias disfuncionales, lesbianismo, gore, violencia, pornografía y romanticismo. Suyas son las cuatro horazas y media dedicadas a "Love Exposure," En Venecia se presentó el pasado año su (ya) penúltima obra, "Cold Fish".
¿Quién sale?
Mitsuru Kukikoshi ("Zatoichi"), Denden ("Cure") y Asuka Kurosawa
¿Qué es?
"Love Exposure" + "Ichi the killer"
¿De qué va?
"Cold Fish," sigue las andanzas de un apocado vendedor de peces tropicales que se ve envuelto en una espiral de violencia cuando confraterniza con un colega de profesión.
¿Qué ofrece?
El exceso y lo bizarro vuelven a darse la mano en una nueva joya de culto 'made in Sono'. Terriblemente irreverente y enfermiza, "Cold fish" es capaz de sobrepasar todo límite posible caricaturizando la violencia de forma extrema, coqueteando, incluso, con el gore. Unas extenuantes dos horazas de introducción en las que uno no sabe si reir o llorar, si le están tomando el pelo o simplemente se trata de una pesadilla, sirven de inmejorable vehículo para un sanguinario baño de violencia final que haría las delicias del mismísimo Tarantino y que no defraudará a los muchos fans de "Love Exposure." Todo ello es posible con una simple mini DV cam en mano, y sino, que se lo pregunten al Sr. Sono.
MORRER COMO UM HOMEM
¿Quién está detrás?
Con “O fantasma”, su primer film, Joao Pedro Rodrigues se alzó con el Premio a la Mejor Película en el Gay and Lesbian Film Festival de Nueva York. Con “Odete” (2005) al igual que “Morrir como um homem” (2009), su segunda y tercera película, estuvo presente en sendas ediciones del Festival de Cannes. Ayer tuvimos la ocasión de conocer, mediante la tercera, el que para muchos es la versión portuguesa de Pedro Almodóvar
¿Quién sale?
Fernando Santos, Alexander David y Chandra Malatitch
¿Qué es?
"Todo sobre mi madre" + "Priscilla, reina del desierto" + "O Fantasma"
¿De qué va?
La vida de Tonia, el travestí protagonista, no es nada fácil: el innexorable paso del tiempo, un hijo con sus propios problemas de identidad, un novio yonqui y una compañera de trabajo que sube con la fuerza de las jóvenes generaciones le llevan a querer morir como un hombre.
¿Qué ofrece?
Es inevitable, “Morrer como um homem” nos lleva al Almodóvar de “Todo sobre mi madre” e incluso al de “La flor de mi secreto." La de Rodrigues es, como la del maestro manchego, una personal y arriesgada mirada que ofrece todos los condimentos necesarios para no caer nunca en el vulgar melodrama de sobremesa. Con momentos realmente brillantes (como la onírica escena de la búsqueda de gamusinos filtrada a rojo con música de Baby Dee) su principal arma es la construcción de un protagonista cuya crisis existencial da pie a un novedoso y estimulante retrato del ocaso profesional y personal de un travesti, pero ante todo, una artista. Así emerge un original e incomparable melodrama de cocción lenta que resulta tan hermoso como hostil, tan bello como sórdido, que baila al ritmo del fado y que encumbra a su responsable como mucho más que un 'simple' director de culto.