¿Cuando fue la última vez que diste amor a un desconocido?
¿Cuando fue la última vez que escuchaste al necesitado?
¿Cuando fue la última vez que tú corazón se regocijo por poder ofrendar?
El Señor rompe todo esquema, al más pequeño lo engrandece, al menos talentoso lo convierte en el más agraciado, al más pusilánime lo convierte en férreo guerreo; y al que más se desprende de si mismo, le da en abundancia.
Con la medida que derrames tú corazón al Servicio de Dios, será la medida con la que recibirás talentos y dones.
Con la medida que ayudes al necesitado, será la medida de misericordia que recibirás del Padre.
Con la medida que te desprendas del dios dinero, será la medida con la que te prosperé el Dios verdadero.
Jamás desistas en realizar buenas obras, conserva un corazón dadivoso; que es el secreto del gozo. Hay uno que tiene el registro de cada buena dadiva que has hecho, y la medida en que has desatado amor, esperanza, y gozo en tus hermanos; será la medida con la que te honraran en el libro de la vida.
Lucas 6:38: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”