
El martes pasado, el Gobierno tenía decidido votar en contra de una iniciativa legislativa popular (ILP) sobre la dación en pago que se había presentado en el Congreso mediante la recogida de un millón y medio de firmas y que coincidía en el tiempo (¿casualidad?) con un proyecto de Ley Desahucios que había impulsado. Sin embargo, en el último momento los parlamentarios del Partido Popular cambiaron de criterio y rectificaron su voto en el sentido de, gracias a su mayoría absoluta, permitir la tramitación conjunta de ambas propuestas. ¿Qué les llevó a rectificar?
Sólo durante la última semana hasta cinco personas se habían quitado la vida por culpa de los desahucios de viviendas. Un matrimonio de jubilados, de 67 y 68 años, se suicidaba acuciado por la pérdida de su vivienda en un pueblo de Mallorca. Un hombre de 55 años se ahorcaba en Alicante y otro de 56 se quitaba la vida en Basauri a consecuencia de los desalojos de sus viviendas. En Córdoba, un hombre de 36 años entregaba su vida desesperado por la reclamación de una deuda de 22.000 euros con Hacienda originada por los trámites de una dación en pago.
Hubiera supuesto un auténtico escándalo que el partido del Gobierno votara en contra de la iniciativa legislativa popular en medio de este drama. Es triste reconocerlo, pero sin muertos ni se hubiera molestado en abordar el mayor problema que afecta, junto al paro, a los españoles en la actualidad. Un problema que enfrenta a dos bandos: bancos y deudores, entre los que el Gobierno debe arbitrar medidas que posibiliten el entendimiento.

En estas circunstancias, sólo cabe plantearse nuevamente el dilema entre perder dinero o la vida: ¿Qué es preferible? Por lo visto, el Gobierno no lo tuvo claro hasta que cinco muertes en una semana, un millón y medio de firmas y una espontánea manifestación frente al Congreso el día que debía votar la admisión a trámite de la ILP les hizo rectificar. Ojalá responda a una decisión sincera y admita su responsabilidad en la magnitud y gravedad del problema que los desahucios representan en España. Ojalá apueste por la dación en pago y por la vida, no por el dinero.