Antes del verano tuve el placer de asistir a la presentación de las novedades de Givenchy en L'Appartement.
Un lugar en el que se recreaba el Atelier en París de la firma en el que se diseñan y se crean sus diseños y también el apartamento parisino en el que se rodó la campaña de la fragancia de Givenchy que tuve la oportunidad de descubrir aquel día.
Dahlia Divin simboliza la unión entre la alta costura y la perfumería mediante un hilo de oro.
El mismo hilo de oro que es una parte inseparable de los exquisitos y lujosos diseños de la Maison de Givenchy.
Una exquisitez que también está presente en Dahlia Divin, creada por François Demachy, compositor de creaciones olfativas.
Y es esta misma exquisitez la que está presente en el diseño del frasco, en la fragancia y la campaña publicitaria.
El lujoso frasco de Dahlia Divin representa la alta costura con su silueta atemporal de líneas puras y bordes sutilmente biselados, su tapón estilizado con sofisticadas sombras en blanco y beige, la etiqueta con el nombre de la fragancia cuyas letras en relieve están tejidas con un hilo dorado.
El mismo hilo dorado que rodea el cuello de este frasco que es una auténtica joya de alta costura.
Su fragancia delicada y exquisita combina una fruta dorada como la Ciruela Mirabel, con flores blancas entre las que predomina el Jazmín, y enérgicas notas amaderadas de Vetiver que junto con el Sándalo y el Pachulí dan a Dahllia Divin esa sensualidad propia de la musa radiante y extraordinaria a la que representa.
Y, si hablamos de presentar, seguro que estaréis deseando conocer el nombre de la musa de esta fragancia.
¡Os daré pistas!
Una mujer con una presencia solar, una belleza magnética. Una artista cuya gracia, aura y talento hayan cautivado al mundo.
Puede que con esta descripción no os venga nadie a la mente pero ¿a que si os digo que es Alicia Keys todas y cada una de las palabras cobran sentido?
Dahlia Divin, el perfume de Givenchy tejido en oro
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