Te has preguntado tantas y tantas veces ¿Qué hago con mi vida? ¿Cuál es mi lugar? ¿Hasta dónde estoy dispuesto a llegar? Pues bien, creo que la vida nos pide a gritos que le demos “caña”. Morder la vida, agárrarla como el peluche que tenías de niño. Con todas tus ganas, con todas tus fuerzas. Amála como tanto amas a los tuyos. Y más. Mucho más.
Respetar la vida
¿De verdad creemos que la vida es como nos la pintan? Estrictas normas, moralidad dual e impuesta, falsas ideologías y fronteras construidas con las mismas manos que reclaman libertad. Con la evolución del ser humano, ¿todavía intentamos creer que la vida es aquello que “se vende”?
La vida no está en venta, ni sale en los mercados bursátiles. La vida es bella. Puede que la sociedad que hemos construido a lo largo de los siglos, no sea la que todos deseábamos. Pero eso no quita, que hínquemos las rodillas al suelo. En la tierra que nos da de comer. Que nos da de beber.
La vida merece ser mordida a pedazos, como si del mejor bocado se tratara. Una delicatessen que debemos degustar y embriagarnos de sabores nunca probados. Una exquisitez, al alcance de todos. De todos lo que tiran el disfraz de víctimas. De todos los que consiguen conquistarse a si mismo.
La vida se forjó durantos millones de años, para ser disfrutada, para dsrle fuerte. ¡Para darle caña!
El respeto por la vida, empieza por nuestra propia naturaleza. Por nuestra propia esencia. Eso es la vida. Eso somos nosotros.
Llegar a la máxima concepción de lo que somos en realidad, porque es la unica manera de darle “caña a la vida”, y no al revés. Respetar la vida, no es cuestión unánime de cuidar el medio ambiente. El máximo respeto, se muestra viviendo en vida y no ser unos meros actores de “The Walking Dead”.
La vida está por y para descubrirla. La vida está para arañarla, acariciarla y morderla. La vida está para contemplarla desde los ojos del alma. La vida no es la “sociedad”. La vida no es una religión. La vida es alma y cada latido de corazón. La vida es mucho más de lo que no vemos, que de lo que creemos ver.
La vida, es solo tuya. Ni se compra ni se vende. La vida se siente. La vida se vive.
Tú decides.
“Las mejores historias de la vida, han sido escritas por valientes. Por aquellos que vencieron el miedo. Por aquellos que decidieron simplemente, vivir.”
Un abrazo lleno de vida.
Raúl Amo