Está claro que como se aprende a hacer las cosas es haciéndolas.
Desde que nacemos es así. Nadie nos enseña las cosas realmente importantes.
No nos enseñan a andar, ni nos enseñan a hablar, ni a cuidar a nuestro bebé recien nacido (cuántas veces he deseado que vinieran con "manual de instrucciones" debajo del brazo, en vez del cadudo pan que dicen que traen los bebés y que por cierto, no he llegado a ver con ninguno de mis dos hijos)
Hay gente muy fanática de los acrónimos, y si además estos tienen origen anglo-sajón, todavía mejor, así que han acogido el concepto del DIY (Do It Yourself... hazlo tu mismo, para los que nacimos en España). El concepto del DIY puede ser usado de mil formas, pero en este vídeo de San Miguel, dentro de su campaña del ciudadado 2.0, nos encontramos a Marta. Una publicista manitas (porque por mucha creatividad que tengas, como seas un torpe como yo, date por jodido) que les da una segunda oportunidad a un montón de objetos que pasan por sus manos.
Además de separar y reciblar los residuos, escoge los que cree dignos de ser útiles una segunda vez y re-decora su casa con dichos utensilios. ¿Te ves preparado?