Soler con los ultras de Miami que planifican subversión
Norelys Morales Aguilera.-- Dando una prueba de que el periodismo es algo más que un negocio, donde la verdad sí es importante, el portal solidario Cubainformacióntv, ha dado cuenta de nuevas denuncias sobre las llamadas Damas de Blanco denunciando que la Presidenta Berta Soler se apropia de los fondos que el grupo recibe desde EEUU. Tras sus recientes visitas a Miami y otras ciudades norteamericanas, Soler recaudó decenas de miles de dólares de organizaciones de la ultraderecha autoproclamada cubanoamericana.Asimismo, el portal ha presentado los testimonios de varias “damas” que denuncian la inexistencia de democracia en dicho colectivo, que hace años se ha convertido en un "trampolín para conseguir visa a EEUU" o para cobrar por cada marcha en contra del Gobierno de la Isla. Hoy, la Damas se oponen al diálogo Cuba-EEUU, apoyan abiertamente el bloqueo y tratan de boicotear la visita del Papa Francisco. Mientras, obligan a sus integrantes a asistir a la misa semanal en la Iglesia de Santa Rita.
Y, tiene razón. Así sucede con las llamadas Damas de Blanco, compruebe como lunes tras lunes en las agencias internacionales y en los medios corporativos y hallará lo mismo. Para tener una hojita de parra que les preserve del abierto cinismo con que esos multimedios trabajan hay una coletilla invariable: “El gobierno cubano las considera provocadoras que están financiados por grupos anticomunistas en Estados Unidos, parte de un esfuerzo para desestabilizar al gobierno en La Habana.”, especialmente las agencias como Efe, Reuters o AP, sintomáticamente siempre lo acotan.
Sin embargo, ningún periodista oficial de tales informativos se atrevería a contarle al lector, que el grupo surgió a instancias de Estados Unidos desde su entonces Oficina de Intereses en La Habana en 2003, que hizo un diseño para el grupo con símbolos y financiamientos, que no se apartan ni por el ancho de un pelo del Manual de Gene Sharp sobre los golpes suaves, que sin sutilezas han adoptado y explicado terroristas como José Basulto y de la Fundación Nacional Cubano Americana, entre otros, echando mano a lo que puedan para derribar a la Revolución. El supuesto objetivo era la liberación de un grupo de sancionados por acciones que llevarían a que el gobierno de George Bush, iniciara una agresión en la Isla. Todos esos prisioneros fueron excarcelados, pero continuó la labor del grupo a instancias de sus creadores.
Los medios cínicos ni siquiera tienen el coraje de hacer referencia a una fuente bien informada como el ex jefe de la Oficina de Intereses en La Habana, Johanatan Farrar, quien en 2009 escribió en un cable al Departamento de Estado, dado a conocer por WikiLeaks que: “Si bien la búsqueda de recursos es su principal preocupación, la segunda más importante parece ser limitar o marginar las actividades de sus antiguos aliados de manera de reservarse el poder y el acceso a los escasos recursos.” en referencia a toda la disidencia, incluidas las Damas de Blanco.
Para agencias y medios las Damas de Blanco son “un grupo de mujeres del movimiento disidente cubano, que aboga por la liberación de los presos políticos”, sin mencionar que sus familiares están en libertad y ahora inventan presos políticos como el que llevaba el diputado derechista chileno Felipe Kast, que vino a un show en La Habana portando la foto de un agente de la CIA con el objetivo de visibilizar a las señoras, como confirmó a CNN.
El mito de los presos políticos lo derrumbó la propia Berta Soler cuando le dijo a BBC Mundo que su grupo ha ampliado el concepto y que ahora, por ejemplo, "consideramos que preso político es también quien se robe un barco para salir del país porque le está robando algo al gobierno". Obviamente, sin importar delitos o hasta asesinatos, como ha sucedido.
Para esos medios que denunciamos las reacciones de los cubanos ante las provocaciones financiadas de las Damas del Verde, como también se les dice en Cuba, son "grupos de choque castristas", turbas, dicen también, sin darles voz como explicó Salim Lamrani.
En fin que corrupción, robo, autoritarismo nunca es investigado por los periodistas oficiales del capitalismo y la derecha internacional. Dejando de lado campañas, guerra mediática, no convencional, no violenta, el hecho crudo para los profesionales de la información es que “El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse” como enseñara Ryszard Kapuściński, sin que les importe la lección de ética que implicaría la verdad y los hechos comprobables.