Dame propuestas políticas respaldadas por una cierta mayoría y no tantos manifiestos

Publicado el 18 julio 2014 por Trinitro @trinitro

Los catalanes estamos avanzando en un escenario donde vamos a aplicar nuestro “Dret a Decidir”, sea en una consulta soberanista, unas plebiscitarias o actos de desobediencia civil sostenida. Y esto será en poco tiempo. Uno o dos años.

Ni las amenazas, ni el miedo, ni las mentiras del manifiesto de Vargas Llosa et al que podría titularse “Catalufos irredentos sois españoles y punto”, nos va a parar. Si no tiramos adelante es porqué no tenemos el consenso interno suficiente, no tenemos la voluntad política o la habilidad para llevarlo a buen término. Punto.

Por otro lado hay manifiestos y declaraciones bienintencionadas a favor de un encaje federal de Catalunya y España. Todo esto está muy bien, y creo que es bueno que los catalanes podamos tener alternativas a la hora de escoger (hagamos como lo hagamos, en consulta, referéndum, plebiscitarias o desobediencia civil) y veamos que hay una agenda de reformas en España y no es votar entre independencia y lo que hay, sino entre independencia y la agenda de reformas a la que está dispuesto el pueblo de España.

Igualmente, un manifiesto no es eso. Un manifiesto muestra las buenas (o malas) intenciones de los firmantes, su deseo, su sueño, lo que ellos creen. Una propuesta política es algo avalado por un porcentaje significativo de diputados o de fuerzas políticas que permitieran una hipotética mayoría parlamentaria para impulsar esas reformas.

Que Pedro Sánchez diga que va a meterse en el problema catalán descartando de plano una consulta catalana es bastante risible. Los catalanes ya estamos mayoritariamente en otra fase. Queremos decidir y lo haremos. Lo que queremos ver es la oferta que tiene el PSOE, la de IU, la del PP y en menor medida la de Podemos, ver cuál es el punto al que pueden llegar una hipotética mayoría en el Congreso de los diputados y ver cuál es el escenario en caso de que votáramos en contra de la independencia nos espera.

El resto son brindis al sol. Bienintencionados en muchos casos y a los que les doy la bienvenida porqué es agradable ver gente por las españas que está dispuesta a avanzar. Pero ya no estamos en esta fase.

Queremos propuestas políticas, con cierto respaldo. Los catalanes vamos a decidir, con o sin oferta sólida por parte de las instituciones españolas. Y los manifiestos no son lo que necesitamos.

Porqué ni el más firmado y magnífico de los manifiestos y ni tan siquiera la más bella de las ofertas no nos quita que una mayoría de catalanes ya no nos fiamos de los acuerdos con las instituciones españolas.

En este proceso hay elementos irracionales (confianza o desconfianza, mezcla de sentidos identitarios, cansancio de ser utilizado desde fuera de Catalunya como arma política, agotamiento político y sociopolítico de intentar explicar fuera de CAT nuestras posturas, incluso la irracional percepción que tienen de los catalanes lamayoría de los españoles, pero sobretodo de reconocimiento como actor político con el que negociar de igual a igual) pero también de Rational Choice. Y los manifiestos no son ni una cosa ni la otra.