Donald O’Connor decía en Cantando bajo la lluvia: “Lina. No sabe actuar, no sabe cantar, no sabe bailar; una triple amenaza”. Seguro que en lo de la calidad interpretativa cada uno tendrá su opinión personal, pero lo que está claro es que la mayoría de actores y actrices de los países anglófonos parecen tener dominadas a la perfección las dos últimas disciplinas. ¿Por qué será que cada vez vemos más personajes del mundo del cine que nos sorprenden con sus dotes musicales? La respuesta es fácil: grupos de canto, de teatro musical, de baile, etc. Los llamados “glee clubs” están en todas las escuelas, institutos y universidades, y llevan tiempo siendo una de las actividades extra escolares —al lado de los deportes— más importantes y reconocidas de estos países. No es de extrañar, pues, que aparezcan en numerosas series y películas. Una de ellas es Dando la nota, uno de los “guilty pleasure” del año, como muchos han apuntado, una divertidísima cinta con excelente reparto y geniales números musicales cantados a capela.
Beca (Anna Kendrick) quiere hacer música e irse a Los Ángeles a trabajar en una discográfica. No obstante, a petición de su padre, tiene que pasar primero un año en la universidad. Casi sin darse cuenta, Beca se verá metida en uno de los grupos de canto a capela del campus, luchando para llegar a la final nacional en Nueva York.
La única pega, como siempre, el doblaje. El humor de Rebel Wilson, doblado, se puede confundir fácilmente con la vulgaridad, así como el genial cameo de Christopher Mintz-Passe, odioso en su versión en castellano. Si obviamos este pequeño o enorme detalle, nos queda una superficial aunque muy satisfactoria comedia universitaria a la que agradecemos haya dejado a un lado las típicas peleas entre hermandades. Esta vez la pelea es entre chicos y chicas cantantes… sí, igual de tópica, pero efectiva en la mayoría de sus escenas. En conjunto, diversión, mezcla musical y una acertada amalgama de voces y personajesque hará salir a muchos cantando un mash-upde “Don’t you forget me” con “Titanium”.
Lo mejor: los números musicales, el homenaje a El club de los cinco, el freaky de la magia y Anna Kendrick. Lo peor: el doblaje y los vómitos.
Nota: 7
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