Saben en ladécada de lo 70s, cuando jugaba, básicamente con mi primo, hacíamos un juego decualquier cosa y algo que recuerdo era el juego de las chapas.
Tomábamosuna piedra chata y comenzábamos a jugar chapa, el que ganaba, le daba uncocotazo al perdedor; era fuerte, tal vez terminábamos con moretones en la cabeza;pero así nos divertíamos.
Génesis3:15b señala “Esta te herirá en la cabeza”. Es tiempo de que nosotroscomencemos a darle cocotazo al diablo, él no tiene parte ni sangre en nuestravida.
Ahora lapregunta sería ¿cómo les damos cocotazo al diablo? Muy sencillo toda vez queabrimos nuestra boca y decimos un gloria a Dios, les estamos dando cocotazo.
Cuandooramos o hablamos con les estamos dando cocotazo. Cuando seguimos confiando ycreyendo en Dios, a pesara de que no vemos nada, les estamos dando cocotazo.
No sepreocupe por la situación que está pasando, preocúpese por en abrir su boca ydecir gloria a Dios aun en medio de la prueba, de esa forma vamos a ver lagloria de Dios y al mismo tiempo les estamos dando cocotazo al diablo.
Félix Abreu