Lo que hace que nuestra vida sea interesante es la incertidumbre, ese no saber qué pasará a partir de ahora, qué problema nuevo se nos planteará, qué persona llegará de repente para complicarnos la existencia o para iluminarnos hacia nuevos caminos.Hay personas que creen en algo que llaman destino y aceptan todo lo que les pasa como algo impuesto por alguien muy superior.Otras acostumbran a explicar todo lo negativo que les pasa amparándose en su mala suerte o en la voluntad de terceros de amargarles la vida.Pero hay otras personas que asumen sin temor la responsabilidad de sus propias vidas y se conducen por ellas sin dejar de ser conscientes de cada una de las decisiones que toman libremente ni de asumir los riesgos que entrañan. Esas personas pueden considerarse libres y completamente a salvo de cualquier supuesta maldición del destino o racha de mala suerte. La suerte nos la construimos cada día conjugando nuestras creencias con nuestras acciones presentes y el destino… mejor hablemos de caminos y de los pasos que iremos dando para llegar a dónde nos permitamos llegar nosotros mismos. Porque las fronteras y las barreras siempre las levanta nuestra propia mente.Si miramos a nuestro alrededor, nuestra vida cotidiana es como un amplio muestrario de ejemplos de acciones y reacciones. Si nada más sacar un pie de la cama al levantarnos queremos tener luz, sabemos que debemos presionar el interruptor que tenemos justo al lado de la cabecera de la cama. Si en el cuarto de baño queremos que salga agua del grifo, primero deberemos abrirlo. Para obtener un café, primero deberemos seguir paso a paso el ritual de cargar la cafetera, tanto si es manual como si es eléctrica. Ella sola no nos dará el café, a menos que nosotros la pongamos en marcha. Lo mismo nos ocurrirá con la lavadora, la plancha o el lavavajillas.
En 1920, ya acabada la guerra, se doctoró en Neuropsiquiatría a los 27 años. A pesar de su carrera, no perdió el interés por el teatro, ni dejó de frecuentar los cafés izquierdistas de la contracultura, ambiente que le permitió relacionarse con filósofos y artistas cuya influencia sería determinante en su futuro.
En 1923 viaja a New York con la intención de homologar allí su título de medicina y ejercer como neurólogo, pero encontró una competencia tan brutal entre los profesionales de su campo y una barrera tan grande con el idioma, que se sintió frustrado y decidió regresar a Alemania en 1924.
Dos años más tarde conoce a Karen Horney, quien le adentrará en el mundo del psicoanálisis: aunque tiempo después Perls creará su Terapia Gestáltica en contraposición a él. Por esa misma época conocerá a la psicóloga Laura Posner, la que se convertirá en su esposa y madre de sus dos hijos, al tiempo que se convertirá también en su fiel colega de profesión.
En 1933, después de ejercer unos años como psicoanalista en Franckfurt, fue consciente del peligro que corrían su familia y él en la Alemania de un Hitler que acababa de llegar al poder, dada su condición de judíos. Primero decidió marcharse a Holanda, pero al demorarse su permiso para trabajar en ese país, decidió aceptar la propuesta que le hizo Ernest Jones (amigo y biógrafo de Freud) de ir a trabajar a Sudáfrica.
Trasladada toda la familia a Johannesburgo, fundó allí junto a Laura el Instituto Sudafricano de Psicoanálisis.
- La fría bienvenida que le ofreció Freud, no prestándole ninguna atención a su obra. Esto provocó la ruptura definitiva de Perls con el psicoanálisis.
- El reencuentro con Wilhem Reich, quien había sido su psicoanalista en 1929 y de quien tanto creía haber aprendido, resultó frustrante, dado que Reich ni siquiera le reconoció ni tampoco se interesó por su vida.
- El nulo interés que despertó su obra por parte del resto de los psicoanalistas que se congregaban allí. Nada que ver con la acogida que Perls hubiera esperado.Cuatro años más tarde, ya en 1940, publica en colaboración con su esposa el libro “Ego, hambre y agresión”. Sus contenidos provocan la exigencia de su renuncia a seguir siendo miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional. Pero Perls se negó a aceptar esa renuncia, pues aunque no compartía sus principios ortodoxos, el psicoanálisis había sido su primera escuela.
En 1942 Sudáfrica entra en la Segunda Guerra Mundial y Perls decide alistarse en la armada como psiquiatra hasta que finaliza la guerra. En ese tiempo se sorprende reproduciendo conductas que en su adolescencia tanto le había reprochado a su propio padre: relaciones fuera del matrimonio, maltrato a su mujer y a sus hijos, conducta irascible, etc.
En 1946 decide abandonar Sudáfrica, su familia y sus pacientes para marcharse a New York, en busca de nuevas experiencias. Los primeros momentos fueron duros, porque la mayoría de los psicoanalistas le dieron la espalda, tachándole de desviado. Pero tuvo la suerte de reencontrarse con Karen Horney y ella, junto con Erick Fromm y Clara Thompson (una ex alumna de Ferenczi) le ayudaron a establecerse y a conseguir nuevos clientes. Un año después, su familia dejó Sudáfrica para trasladarse a vivir de nuevo con él en América.
En 1954 crea junto a Laura Perls el primer Instituto de Gestalt en New York y, dos años más tarde, crea el de Cleveland.
A partir de ahí, deja la dirección de estos centros en las manos de Laura y otros colaboradores y él se dedica a viajar por todo el país, impartiendo talleres y conociendo a otros terapeutas de quienes se nutre para seguir desarrollando su terapia. El Psicodrama de Moreno, la Toma de Conciencia de Charlotte Selver o la Cientología de Ron Hubbart fueron algunas de sus fuentes.Con el tiempo, Perls se cansa de la vida que lleva y de su matrimonio. Decide abandonar a Laura, aunque nunca llega a separarse oficialmente de ella. Continúa con sus viajes y se inicia en infinidad de nuevas experiencias. Tontea con el LSD, fuma como un carretero y empieza a padecer problemas cardíacos. Eso no le impide seguir adelante en su afán de descubrir cosas nuevas.
Esta vez recaló en California donde, junto a Michael Murphy, dio forma a Esalen, un lugar donde teóricamente se daban conferencias con artistas y escritores de renombre, como Aldous Huxley. En realidad, lo que allí se llevaba a cabo era más un desmadre en toda regla: abuso de alcohol, drogas, sexo, etc.
En 1968, ya con 75 años, la imagen de Perls fue portada de la revista Life, en la que le proclamaban como “el rey de los hippies”. El caso es que, con la llegada del movimiento hippie, las ideas de Perls parecían haber encontrado su lugar en el mundo. La sociedad empezaba a reclamar su derecho a vivir en libertad, a desencorsetarse de sus viejos tabúes, a disfrutar del cuerpo y de su desnudez y a atreverse a ser quien en realidad se era.Fritz Perls murió dos años después, en la primavera de 1970, debido a un cáncer de páncreas.
Pese a su controvertida vida y sus excentricidades, nos dejó un legado incalculable que ha contribuido a ayudar a muchas personas a encontrarse a sí mismas y a poder aceptarse sin problemas de conciencia.
- CONCEPCION HOLISTICA Y SISTEMATICA- El ser humano entendido como una unidad indivisible que se extiende también a su entorno, haciéndose necesario tener en cuenta el contexto en el que se desarrolla una persona para llegar a entenderla.
- VALORACION DEL AQUÍ Y AHORA- El pasado sólo cobra alguna importancia cuando está directamente relacionado con algo que nos está ocurriendo en el presente. En caso contrario, se valorará lo que está presente en contra de lo que está ausente.- IMPORTANCIA DE LA EXPERIENCIA- Se valora la experiencia en sí misma. No hay que buscarle explicaciones a cuanto nos ocurre, sino experimentar abiertamente eso que nos ocurre.
- ENFASIS EN LA RESPONSABILIDAD- No se niegan las diferentes influencias que haya tenido la persona a lo largo de su vida, entre las que destacan la herencia y el ambiente en el que ha vivido, pero sí se enfatiza la importancia de lo que hace la persona con todo ese legado. Esto nos lleva a lo que decía Albert Ellis y que ya habían defendido algunos filósofos griegos: Lo importante no es lo que nos pasa en la vida, sino lo que hacemos con todo eso que nos pasa y el modo cómo lo interpretamos.- EL CICLO DE SATISFACCION DE NECESIDADES- Mediante el que se consigue la homeostasis del organismo, describe el proceso desde que surge una necesidad hasta que ésta es satisfecha.- LAS RESISTENCIAS- Los obstáculos intrapersonales que pueden impedir el proceso de satisfacción de necesidades. Perls las denomina “mecanismos neuróticos” . La persona tendría que tomar conciencia de ellas y emplearlas en función del momento y de la situación. Estas resistencias pueden ser sanas o patológicas y se enumeran cuatro: Introyección, proyección, retroflexión y confluencia.
- LAS POLARIDADES- Nuestra existencia no tendría sentido sin tener en cuenta las realidades opuestas que nos envuelven: noche-día, amor-odio, vida-muerte, dolor-gozo, norte-sur, joven-viejo, blanco –negro, cuerpo-mente. Un concepto de cada uno de esos dualismo no podría entenderse sin el otro, como el yin y el yan, ambas polaridades integran la misma totalidad.
- CICLOS DE CONTACTO Y RETIRADA- Hay momentos en que necesitamos sentirnos cerca de los demás y buscamos su contacto. Mientras en otros momentos nuestra necesidad es estar un tiempo solos, conectar con nosotros mismos y desintoxicarnos de mundo para cargar las pilas y volver a empezar.- EL CUERPO Y LAS EMOCIONES- Prestar atención a lo que expresamos a través del lenguaje no verbal y ser consecuentes con lo que sentimos, potenciando la expresión de nuestras emociones.- MICRO Y MACROTECNICAS- Las primeras se refieren a lo que el terapeuta hace momento a momento durante la sesión terapéutica. Las segundas implicarían los experimentos o las acciones que el terapeuta le pide al paciente que lleve a cabo.- TRABAJO INDIVIDUAL EN UN CONTEXTO GRUPAL- Perls consideraba que el grupo era más eficaz para vencer resistencias y que la información que aporta se convierte en pruebas de realidad para el paciente individual.
Cuando se habla de Gestalt, lo primero que nos viene a la cabeza es una de sus máximas: “El todo es más que la suma de sus partes”.Potenciemos el desarrollo de ese todo que somos y del que no siempre somos conscientes. Dejemos de escarbar en el supuesto origen de nuestras miserias, como hacían los primeros psicoanalistas, y atrevámonos a dejar de excusarnos en un pasado que ya no podemos cambiar para ocuparnos de un presente que está por estrenar y que podrá ser el que nos dé la gana que sea, siempre que tengamos muy claro que nuestra libertad no puede pasar por encima de la de los demás, que nuestras necesidades son igual de importantes que las de esas otras personas que nos importan y que, para ser uno mismo, no es necesario hacerle daño a nadie. Podemos pensar diferente, soñar más alto y vivir con mucho menos miedo, pero sin renunciar nunca a la empatía, al respeto y al derecho que todos los demás tienen a ser como son o cómo quieran ser.
Estrella PisaPsicóloga col. 13749
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