Noche de estreno en el Luz de Gas. Y es que el de Bellvitge presentaba su nuevo trabajo ante una concurrencia que llenó la sala. Un sinfín de asientos, mala señal (¡el rock se vive de pie!), recibía a los asistentes. Era la primera pista de lo que sería el bolo. Un cantautor acompañado de una sólida formación que ofreció un sonido límpido y contundente donde incluso el incendiario Pepu supo asumir su papel a las cuerdas ya sea con la eléctrica, la acústica, mandolina y encontrar su momento en temas que lo requerían (Esa Hora, Distrito VI), Jordi Cobre y David Ballester como siempre sostuvieron con acierto la base rítmica y un pluriempleado David Sam se lo curró con los teclados y el acordeón.
Dani tiene alma de cantautor, o al menos no consigue, o no pretende olvidarse de que es en las salas pequeñas y en bolos acústicos donde más se ha prodigado y se ha formado como músico en los directos (ains, ¡qué difícil es sostener una banda en el panorama actual). Así tomaron protagonismo los speaks de introducción a los temas o simples chascarrillos para sostener la atención del respetable, ya de por sí atento y ávido de esta verbenas y fiestas menores. Incluso defendió dos temas en mitad del concierto, sin más apoyo que su voz y su guitarra. Fue el antes y el después, porque a partir de entonces ya todo fue subida (o bajada como prefiráis) y a los que ocupaban su asiento les fue difícil no ponerse en pie y corear su clásico rush final (Secretos de Sumario, Corazón en Bancarrota, Primavera y Esa Hora) para acabar para sorpresa de algunos (no la mía, Flaco: ¡empiezo a conocerte!) con la excelsa ranchera Versión Original.
El de L’Hospitalet ya tiene un amplio bagaje de temas y puede permitirse el lujo de dejar fuera del set list temas de indudable calidad. Nos Faltó supongo a cada uno de los asistentes esa canción que deseábamos escuchar. Temas que pensaba que eran carne de bises (Lucy Pistolas) pierden su lugar en el equipo titular amén de otras composiciones de una belleza incontestable (El Mayor de Todos mis Miedos…). Eso sí sonaron prácticamente todos los temas de este séptimo trabajo y para mí el mejor del autor acompañados por esos clásicos que tanto nos han hecho vibrar en citas anteriores. Acaso se echaron en falta apuestas diferentes en temas viejos, pero, es lo que hablábamos, entre que es principio de gira y que la banda toca junta en contadas ocasiones…
En definitiva, un Dani que es más Flaco que nunca, cada vez suena más a sí mismo y son menos evidentes las influencias que le han hecho crecer como músico y llevarle a esta madurez musical que esperemos dure largo tiempo. Que sí, que a mí me gusta más que suene a banda de rock que a cantautor pero eso es como sí, por ejemplo, teñimos a Marilyn Monroe de morena, que sí, que estaría muy buena pero ya no sería Marilyn… o sí, qué sé yo, para gustos…
Y acabó la verbena y me puse el sombrero ante el aguacero, y es que fuera estaba cayendo la del pulpo, ¡cómo llovía! (y no fue culpa de Dani, que lo bordó, ¡doy fe!)