La estrella de Danny Elfman continúa ascendente en el nuevo milenio. En 2002 encontramos el magnífico score de Spiderman, que transmite toda la épica y el tormento de un héroe obligado a serlo. Su dominio de los tiempos narrativos queda de nuevo patente en un score que nos habla de la madurez compositiva de un gran artista. Chicago le permite experimentar con una composición para musical donde nos muestra de nuevo su talento y nos divierte con ello al capturar a su manera el estilo musical de una ambientación fílmica única.
En El Dragón Rojo de nuevo nos sumerge en los rincones oscuros del alma, desde el lirismo compositivo y los tiempos melódicos. En toda esta apoteosis sonora, el score de Men in Black II aparece algo ensombrecido pero no por ello resulta menos meritorio.
En 2004, Danny Elfman cierra su participación el la franquicia del hombre araña con el score de Spiderman 2 haciendo malo el dicho de “segundas partes nunca fueron buenas”. A partir de un tema principal convertido en una seña de identidad del trepamuros, encontramos un nuevo abanico de composiciones tremendamente descriptivas y que podríamos considerar como una continuación de la primera parte. Este que escribe recomienda escuchar ambos scores como un todo.
En 2006, y
De 2007 podemos destacar su interpretación del tema principal de la aventura en pantalla grande de Los Simpsons donde recoge todo el sabor clásico de la serie y de 2008 una nueva nominación a los Oscar por su gran trabajo en Milk.
Acercándonos a nuestros días, Elfman firma el discreto pero efectivo score de Terminator Salvation y una nueva fantasía de Tim Burton en Alicia en el País de las Maravillas.
Por último podemos decir que en una noticia reciente os comentamos las últimas noticias sobre este genial compositor y sus nuevos proyectos, algunos de los cuales con viejos conocidos como Tim Burton y Sam Raimi.
Danny Elfman es capaz de interpretar una imagen, una mirada, un sentimiento como pocos compositores. Esta capacidad de sintonizar con el pensamiento del director y llevarlo a su propio terreno nos ha regalado algunos de los momentos más bellos de la música de cine. Sea en una fiesta o en un callejón oscuro, su estilo es reconocible y admirado a partes iguales.
¡Hasta pronto!
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