Dar el pecho adelgaza (al menos en mi caso)‏

Por Sandra @sandraferrerv
Uno de los muchos beneficios que he encontrado en mis dos experiencias con la lactancia materna ha sido sin duda la espectacular recuperación de mi cuerpo después de los dos partos. De hecho, a día de hoy estoy por debajo de mi peso habitual. Como dice el Dr. Carlos González, dar el pecho es como una liposucción natural 1. Pero no saquemos las cosas de contexto. Del mismo modo que una liposucción no sirve de nada si después de la misma nos hinchamos a menús de comida barata y no hacemos ejercicio, dar el pecho no adelgaza porque sí, comamos lo que comamos. Aunque sí que es cierto que ayuda y mucho.
Recuperación tras el parto. Los entuertosLos días después del parto, el cuerpo debe volver a su estado anterior. El útero ejercita una serie de contracciones para conseguir volver a su estado normal. Es lo que se conocen como los entuertos. Cada vez que un bebé mama, estas contracciones se producen. En mi caso no fueron contracciones dolorosas pero sí que notaba como mi barriga se contraía y poco a poco se iba reduciendo.
Así que con mi hijo mayor, en un mes había vuelto a mi talla habitual y con mi pequeña al poco de tiempo no sólo había vuelto a mi talla normal sino que la había reducido.
Hábitos saludables. No se come por dos.Como decía, el hecho de que diera lactancia materna a mis hijos no quiso decir que empezara a comer por dos. Es cierto que después de las tomas me entra un hambre voraz pero intento comer de manera moderada. Lo que sí es verdad es que, a pesar de que sigo con mis verduras y mi comida a la plancha y con escasos fritos, he incrementado las cantidades y los caprichos (las bolsas de patatas fritas me chiflan).
Tras el destete. Efecto rebote.Entre otras cosas intento mantener una dieta saludable porque he leido que tras el destete, el cuerpo puede sufrir un efecto contrario y empezar a engordar por cualquier cosa. Así que no me quiero malacostumbrar a las deliciosas patatillas y el suculento chocolate.
Pero por ahora, cada vez que quiero, me doy un homenaje sin que la báscula se resienta. Mi Pequeña Foquita se encarga de quemar mis calorías sobrantes.  ______
1. Un regalo para toda la vida, Carlos González, p. 171