Los que coincidimos con él o le conocimos más, sabemos que no todo fueron alegrías en su vida y que el trabajo duro y la constancia eran claves en todo lo que se proponía; pero sobre todo sobresalía el gran amor que tenía por la cocina y las ganas por vivir intensamente.
Estos días el nombre de Darío Barrio, ha tenido una relevacia que él mismo nunca buscó, ni quiso que fuera de la manera que ha resultado, pero desde aquí quiero recordarle como más le gustaba, disfrutando con los suyos de un plato exquisito.
Skål Darío, ha det så bra!