El fin de semana pasado, fui a ver un partido de baloncesto con mi marido. Que bien lo pasamos. Mi marido me había dicho que teníamos dos asientos muy buenos pero no me lo esperaba que ibamos a esta en unas de las primeras filas justo detrás de los asientos de los jugadores. Guau. En un estadio con capacidad para 18,000 personas era realmente impresionante estar tan cerca de los jugadores. La cancha de baloncesto solo estaba a 3 o 4 metros. Resulta que cada vez que enfocaban la camara en el banquillo de los jugarores nostoros saliamos en la tele. Nuestros amigos y familiares que estaban viendo el partido desde su casa nos veía en la tele. Las dos horas del partido fueron toda una aventura y yo llevaba una gran sonrisa en la cara. Nos olvidamos de todo. La única cosa mal que nos pasó fue que no me dejaron entrar con mi cámara reflex. Solo se podía pasar con cámaras pequeñas y no pude sacar ninguna buena foto.Uff. Menos mal que los móviles de hoy llevan cámara. Feliz semana, Ava