Dates es una serie de televisión sobre personas que se han conocido en Internet y deciden tener una cita. Aunque el factor sorpresa de "tú no eres quien yo me esperaba, me mentiste por Internet" planea por encima de prácticamente todas las citas, en el fondo la serie procura ir más allá en busca de una reflexión sobre los distintos tipos de relaciones hoy en día.
Capítulos centrados en tan solo dos personajes, tramas que avanzan a golpe de diálogo y giros de guión alucinantes que siempre se guardan una sorpresa para el final de cada capítulo. E historias increíbles y casi inverosímiles protagonizadas por personajes muy carismáticos que nos convierten a nosotros, los espectadores, en voyeurs que no pueden, aunque quieran, apartar sus ojos de la pantalla. Todo esto, y algo más, exquisitamente presentado, es Dates.
Lo más interesante, en mi opinión, es descubrir qué se esconde realmente debajo de cada personaje, cuál es su verdad, cuántas mentiras nos han contado a los espectadores y a su pareja para esa cita. ¿Por qué en la vida real aceptamos alguna mentira piadosa pero en el universo de las citas on-line damos tanto valor a la verdad? ¿Por qué nos duele que nos mienta un completo desconocido si no es más que eso, un completo desconocido? ¿Por qué preferimos una aburrida verdad antes que una interesantísima mentira? ¿Por qué acudir a Internet para encontrar el amor?
Aunque el gran mérito de una serie como está en el trabajo de una serie de guiones magníficos, cabe destacar también el trabajo de los actores cuyas (alucinantes) interpretaciones son tan necesarias en una serie como esta en la que, en ocasiones, no hay más acción que el diálogo, el juego de miradas y la transmisión de emociones.
Dates es una serie interesantísima, espero que no se quede solamente en una primera temporada porque a mí el cuerpo me pide más. Copón de serie para ella.